Una goleada para la esperanza (4-1)
El Córdoba cuajó su mejor partido del año y evidenció que sigue evolucionando. Un regalo navideño en forma de triunfo para un equipo que quiere seguir creciendo
Piovaccari celebra uno de sus goles / Córdoba CF
Córdoba
Goles son amores... y esperanza. El de esta noche es uno de esos partidos que pueden variar el rumbo a un equipo. Un triunfo que debe significar un cambio definitivo en la dinámica y hacer ver a ese vestuario que sí se puede. Se ganó, se jugó bien y se goleó a una gran plantilla que no vive su mejor momento, pero que tiene la calidad intacta.
El Córdoba sumó su tercera victoria del campeonato en su mejor partido. Un triunfo que deja claro que a pesar de las dificultades, el equipo de Curro Torres no bajará los brazos. La Unión Deportiva Las Palmas dejó malas sensaciones tras su novena semana sin ganar y estuvo a merced del cuadro andaluz prácticamente todo el choque.
Fue mejor el Córdoba en el primer acto del partido. No solo por el gol de ventaja sino por su juego y su mayor peso en el campo desde el primer minuto. Romero premió el esfuerzo de equipo a los 27 minutos tras una buena jugada por banda derecha. Enfrente, el cuadro canario no estuvo mal y también presentó sus credenciales para llevarse el partido. Rafa Mir, con un espectacular remate de cabeza obligó a lucirse a Carlos Abad.
La segunda parte comenzó con el gol de Rubén Castro a los once minutos, coincidiendo con los peores minutos locales en el partido. Los canarios empujaron de salida y con el empate se fueron a por el triunfo, pero una contra bien llevada por De las Cuevas culminó con el gol de Piovaccari a los 20 minutos. Un tanto que espoleó al equipo de Curro Torres, que de nuevo recuperó el mando de las operaciones y marcó el tercero por mediación de Andrés Martín, de nuevo en una contra perfecta tras una ocasión clarísima de Araujo que parecía el empate. Carlos Abad evitó el 2-2 y en la jugada siguiente sentenció el Córdoba.
No quedo ahí la cosa y con el viento de cola a favor llegó el cuarto gol. De nuevo Piovaccari se fue por velocidad y batió por bajo a Raúl. Un gol para dotar de moral a un equipo que no lo está pasando bien este año, pero que despide 2018 con esperanza de mejoría.
