Villarroel ha estado allí

León

Más de 700.000 euros han costado a los erarios públicos (ayuntamiento, diputación y junta) todo el programa de actos desarrollado con ocasión de “León, capital gastronómica”. Una iniciativa que promueve desde Madrid un grupo de vividores y a la que se apuntan alcaldes romos de proyectos y con afanes publicitarios.

Por mucho que sostengan en contrario quienes obtienen beneficios directos (los dueños de la idea, los políticos y algunos particulares) los retornos de esta inversión son tan dudosos que a criterio de un ciudadano medio no estarían lejos de la malversación.

Los datos de la evolución turística en León en el pasado año (el mismo de la capital gastronómica) vienen a certificar la pésima gestión que se realiza desde las tres instituciones antes mencionadas en favor del desarrollo de este sector. Las cifras ahora conocidas sobre la evolución de pasajeros y pernoctaciones en 2018 en la ciudad de León evidencian un fracaso en la política municipal del desarrollo turístico.

León es la única de las nueve capitales de provincia de la Comunidad Autónoma en la descienden el número de pasajeros y las estancias. Estas últimas lo hacen por encima del 12%, frente a una media de crecimiento cercana al 9% en el resto de ciudades analizadas.

Es un monumental fracaso de un gobierno municipal y sus acólitos del grupo ciudadanos que han tapado durante cuatro años una política de papel cartón sin trascendencia alguna.

A buenas horas la portavoz naranja, Genma Villarroel, tira lastre con descalificaciones hacia una alcaldía con la que ha colaborado hasta más allá de lo razonable en este tipo de acuerdos.

Ciudadanos y Partido Popular son responsables de “dejar la ciudad en un estado deplorable”, como lo denuncia ahora ella misma.