The Bee Gees: magos de la evocación psicodélica y reyes de la música disco
Recorrido musical, biográfico y artístico por la carrera del grupo británico de la mano del profesor Eugenio Cortés
Cuenca
Eugenio Cortés es profesor de Lengua Inglesa y su Didáctica y de Estudios Culturales Comparados en la facultad de Educación de la Universidad de Castilla-La Mancha, en el campus de Cuenca. Además, como experto musical, colabora en el programa Hoy por Hoy Cuenca con espacios especiales y monográficos sobre grandes grupos o solistas de la historia de la música pop y rock. Ya hemos realizado programas dedicados a Leonard Cohen, John Lennon, Bruce Springsteen y Elvis Presley. Ahora les toca a The Bee Gees.
The Bee Gees: magos de la evocación psicodélica y reyes de la música disco
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EUGENIO CORTÉS. “Son evocadores y nunca imitadores, además de ser los talentos más significativos de 1967”. Estas fueron las palabras de su manager, el promotor artístico, teatral y cinematográfico australiano Sir Robert Stigwood (1934 – 2016), para introducir a The Bee Gees cuando regresaron a su Inglaterra natal desde el Redcliffe de su Australia adoptiva en la segunda mitad de los años sesenta. A su regreso, los hermanos Barry (1946), Robin (1949 – 2012) y Maurice Gibb (1949 – 2003) encontraron aquel Londres que estaba abandonando el blanco y negro de una vez para siempre, mientras comenzaba a dibujarse una nueva cara, conocida desde entonces como Swinging London, desde la combinación de aquellos colores y aromas de la Psicodelia, término que había sido acuñado por el psicólogo británico Humphry Fortescue Osmond (1917 – 2004) unos años antes.
Dentro de este fenómeno cultural, The Bee Gees supieron conceder a la Psicodelia (Manifestación del Alma) una voz, un estilo y una evocación desde su visión tan particular del Rhythm & Blues, Barry con su falsete, Robin con su vibrato (similar al de Freddy Mercury), y Maurice con su instrumentalización y puesta en escena.
En esta excelente alquimia musical nacieron canciones tan significativas como 1941 New York Mining Disaster, My World, Massachussetts, To Love Somebody, Words o Run to Me. En los años setenta trabajaron junto a su hermano menor Andy (1958 – 1988) en temas como You Should Be Dancing, quien también hizo una gran carrera musical en solitario llegando a alcanzar el puesto nº1 del Billboard Hot 100 de los Estados Unidos tres veces consecutivas, con canciones como I Just Want to Be Your Everything (compuesta por su hermano Barry), (Love is) Thicker tan Water, y Shadow Dancing, también escrita por sus hermanos.
Siempre de la mano de Sir Robert Stigwood, su “padre y protector musical”, promotor de artistas, entre ellos, el grupo británico Cream (1966 – 1968) y más tarde, de su líder en solitario, Eric Clapton (1945), al mismo tiempo que de musicales como Hair (1967), Oh! Calcutta! (1969), Sweeney Todd (1979), Jesus Christ Superstar (1971), Evita (1978), Fame (1980) o The Who´s Tommy (1992), The Bee Gees fueron los autores de la banda sonora original de la película Grease, de Randal Kleiser, en 1978, y Saturday Night Fever, de John Badham, en 1977. A partir de este álbum con el mismo título, Saturday Night Fever, sus canciones emblemáticas como Staying Alive, Night Fever, o More Than A Woman, coronaron a The Bee Gees como los Reyes indiscutibles de la Música Disco.
A partir de entonces, y en esta línea, publicaron su nuevo disco, Spirits Have Flown, en 1979, donde, con canciones como Tragedy o Too Much Heaven, fueron confirmados y consagrados para siempre en este trono musical. Desde entonces, contribuyeron mediante su composición a que la producción musical se consagrase como arte, tal y como lo había logrado Sir George Martin (1926 – 2016) con The Beatles y Wings, mediante canciones como Woman in Love o Guilty, compuesta y producida para Barbra Streisand (1942), Heartbreaker para Dionne Warwick (1940), Juliet para su hermano Andy, Islands in the Stream para Dolly Parton (1946) y Kenny Rogers (1938) o Chain Reaction, para Diana Ross (1944).