Los Nikis, cómo hemos cambiado
Autores del inmortal 'El imperio contraataca' pero poco activos desde hace 30 años, regresan ahora con un EP con su habitual fórmula de punk-humor
Fuenlabrada
Cualquiera podría esbozar una mueca de sorpresa si escucha que Los Nikis regresan al panorama musical. No es para menos: es el segundo trabajo que publican desde 1989, y ya ha llovido… El punk simple y directo mezclado con el ingenio y el humor de las letras siguen siendo marca de la casa en este ‘Me confunden con un hipster’, EP con cuatro canciones. Pero es más que probable que los menores de 30 años no tengan ni idea de que hablamos de uno de los grupos de referencia de la década de los 80.
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Por si hay algún despistado, pinchamos primero su gran himno, ‘El imperio contraataca’, una genial ocurrencia que nos enseñaba un poco de esa historia patria de la que, por cierto, nunca ha tenido mucho sentido sentir orgullo pero que a más de uno le sirvió para tildar de fachas al grupo. Cosas de no saber entender las sátiras. Si Los Nikis aún son recordados es gracias a este tema, de 1985, pero nos tenemos que remontar cuatro años en el tiempo para escuchar su debut.
Con ‘La amenaza amarilla’ ya dejaban claras sus intenciones. Era un Extended Play que aterrizaba en plena Movida para imitar a los Ramones pero con un humor del que carecían los de Queens. Muy de aquella época es el tema que abría su segundo EP en 1982, ‘Sangre en el museo de cera’.
Los Nikis pasaron varios años de escenario en escenario pero aún no conseguían un disco, funcionaban con una pequeña colección de canciones pero no con un álbum al completo. Es la fórmula que recuperan ahora pero que mantuvieron hasta 1985, con una colección que incluyó, por ejemplo, ‘Mi chica se ha ido a Katmandú’.
Y por fin, después de una carrera ya sostenida, llegó el disco. ‘Marines a pleno sol’, que publicaron en 1986 y que incluyó el single publicado el año anterior y que les llevó a la fama nacional, ‘El imperio contraataca’. Pero también recogía otros temas que se convirtieron en clásicos de sus conciertos como ‘La naranja no es mecánica’.
La repercusión que alcanzaron les llevó incluso a entrar en la lista de los 40 Principales o a ser retransmitidos por Televisión Española. Así que el segundo largo era obligado. Lo llamaron ‘Submarines a pleno sol’, se publicó al año siguiente y se presentó con el single ‘Brutus’.
Sin duda el tiempo no ha tratado igual a los trabajos que sucedieron al himno imperial. Desde luego no eran tan ingeniosos, pero mantenían el humor y las guitarras como sello indeleble. Las listas de éxitos, de momento, seguían acordándose de Los Nikis, así que aprovecharon la inercia para no dejar pasar mucho tiempo y en 1989 publicar ‘La hormigonera asesina’.
Con el cambio de década en España terminó algo más que un periodo de diez años, y la música sufrió una profunda transformación. Algo que también afectó a Los Nikis, que decidieron hacerse discretamente a un lado antes de que los echasen. Pero la nostalgia es lo que tiene y en 1995 sacaron un completo grandes éxitos que repasaba su carrera y, dada la buena acogida, volvieron momentáneamente con el disco ‘Más de lo mismo’. Desde entonces nos hemos tirado casi treinta años sin saber de ellos, así que nos despediremos con lo que hasta ahora era una de sus últimas canciones y la que abría su último disco: ‘Tina tiene que espabilar’.