Ser lo suficientemente vasco

Bilbao

El consejero de turismo contó ayer en El Correo dos anécdotas sobre la inauguración de FITUR. Al parecer, uno de los presentes se le quejó de que la dantzari de Aukeran que bailó el aurresku no iba vestida de vasca. Cierto. Iba con un vestido gris muy elegante. En Irekia otro (u otra) ciudadana ha dejado por escrito "su malestar e indignacion" porque Sonakay fuera el embajador de la marca Basque Country. Acaba con esta frase "Que poco o nada saben ustedes de la cultura euskaldun, Euskadi no esta en Cuenca".

Escribía el consejero que Euskadi "cuenta con una tradición de expulsión a las tinieblas de aquello que no encaja con una definición estrecha, homogenea y sin tacha de lo vasco". Estoy bastante de acuerdo. Hay guardianes de las esencias que se empeñan en calificarnos y clasificarnos como vascos o no en función de estereotipos. Y acaban cuestionando la vasquidad de Aukeran, 20 años renovando nuestras danzas tradicionales. Y cuestionando, supongo que por ser gitanos y hacer flamenco, la vasquidad de los donostiarras Sonakay, que cantan en euskera, que se sienten "muy gitanos y muy vascos". ¿Quién y con qué argumento se lo niega?

Yo no. A mí me gustó la inauguración de FITUR, la apuesta por la diversidad, con Sonakay, el stand LGTBI, el turismo industrial...

Pero supongo que, para los guardianes, no soy suficientemente vasca.