Tres claveles en su memoria, por la paz y la justicia
Ofrenda floral en la calle Don Remondo, donde ETA asesinó a Alberto Jiménez Becerril y a su mujer Ascensión García
Sevilla
Tres claveles. Los mismos que portaba Ascensión García cuando fue asesinada junto a su marido, Alberto Jiménez Becerril, concejal del Ayuntamiento de Sevilla, el 30 de enero de 1998 a manos de la banda terrorista ETA, en la calle Don Remondo. Tres claveles que debían llevar los hijos del matrimonio al colegio para celebrar el Día de la Paz. Tres claveles que, bajo la lápida que recuerda ese suceso, depositaba este miércoles Teresa, la hermana de Alberto, "en una vía en la que duele el alma al pasar y revivir esa noche".
Claveles por la memoria, "como estamos haciendo hoy, sin la equidistancia que quieren imponer los amigos de los terroristas"; por la dignidad, "porque no podemos pasar página y menos aún cuando en el País Vasco y Navarra rinden homenaje a los partidarios del terrorismo y la violencia" y por la justicia, "porque exigimos el cumplimiento íntegro de las condenas", destacaba Teresa durante su intervención.
Como es tradicional cada 30 de enero, hubo misa en la Catedral en memoria de Alberto Jiménez Becerril y su mujer. Posteriormente, se realizaba una ofrenda floral en la citada calle, en el mismo lugar donde fueron asesinados. Sencillo y emotivo acto, en una lluviosa tarde, que se iniciaba con una oración por parte del vicario de la Archidiócesis, Teodoro León.
El alcalde de Sevilla, Juan Espadas, subrayaba "la condición de servidores públicos del matrimonio, circunstancia que les convirtió en objetivo de los terroristas. Ambos dejaron una huella perpetua".
El presidente de la Junta, Juan Manuel Moreno, resaltaba su enorme vocación y su "defensa férrea por la libertad y por el Estado de Derecho".