Los padres de Laura Luelmo quieren que el Estado pida perdón
Los padres de Laura Luelmo, la joven profesora asesinada y violada en Huelva, rompen su silencio y claman contra un sistema al que culpan de la muerte de su hija
Zamora
Durante el episodio del asesinato y violación en Huelva de la joven profesora zamorana Laura Luelmo, sus padres trataron de mantenerse alejados de los focos mediáticos y reclamaron intimidad. Ahora, han decidido salir de esa discreta posición y han remitido una misiva a las Cortes de Castilla y León, que hoy reproduce ABC, y en la que, entre otras cosas, exigen al Estado que les pida perdón.
Reclaman un perdón por “haber fracasado estrepitosamente al no ser capaz de garantizar el derecho a la vida y a la integridad física de nuestra hija, al exponerla a un ser monstruoso (su asesino Bernardo Montoya) que habiendo pasado por instituciones penitenciarias con el fin último del cumplimiento de su pena y su total rehabilitación para la inserción social, en el momento en que sale en libertad comete de nuevo, en la persona de nuestra hija, los dos actos (asesinato y agresión sexual) por los que fue anteriormente condenado”.
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Piden al Estado que les pida públicamente perdón “por su tremendo fracaso en la no consecución del cumplimiento de la pena” del asesino confeso de su hija. En ese plano, los padres de Laura Luelmo piden que se revise el Código Penal para que ese tipo de delitos sean “real y duramente castigados” y no sólo “públicamente reprobados”, para que “los asesinos y violadores reincidentes, que no tienen ni han mostrado su voluntad de recuperación, no puedan seguir violando y matando, y las penas por este tipo de delitos se cumplan íntegras”.
En su misiva, además, los padres de Laura Luelmo también cuestionan las condiciones de los profesores interinos a la hora de acceder a las sustituciones, como fue el caso de su hija. Recordamos que Laura fue llamada para una sustitución en el IES Vázquez Díaz de Nerva, en Huelva, al que tuvo que incorporarse de un día para otro, alquilando una vivienda en la localidad de El Campillo, justo frente a la que ocupaba su asesino.