Carles Bover: "La censura provoca el efecto contrario, se multiplican las proyecciones"
El mallorquín se alza con el Goya a mejor cortometraje documental tras los intentos de censura de esta semana por parte del Arzobispado de Madrid
Palma
Gaza, el cortometraje del mallorquín Carlos Bover, se lleva el Goya al mejor cortometraje documental. La cinta, codirigida con Julio Pérez del Campo, finalmente se alzó con la estatuilla. Bover pretendía dar visibilidad a una situación que estaba quedando en el olvido.
Además, el cortometraje gana la batalla a la censura ya que esta semana el Arzobispado de Madrid ordenó a uno de los centros pastorales de esta comunidad la suspensión de la proyección del documental que estaba programada para el viernes por la tarde. Lo hizo alegando supuestas presiones por parte de la comunidad judía. El mallorquín está orgulloso de que los académicos hayan decidido, con su voto, romper el silencio para salir en defensa de los derechos humanos.
Y además de Bover, también competía por el mismo galardón otro mallorquín: Marcos Cabotà, con su documental Kyoko, que cuenta la historia real del secuestro que cometieron Jonh Lennon y Yoko Ono de la hija de ella que había tenido con su primer marido. Cabotà ha felicitado al ganador del Goya y asegura que el nivel de los cortometrajes de este año ha sido muy alto. Cabotá ya trabaja en su próximo proyecto que tratará la discografía del álbum que más copias ha vendido de la historia: Thriller, de Michael Jackson.
Además, el ibicenco Carles Marquès también optaba al Goya por el guión de Campeones, pero, finalmente, no se lo llevó.