El presunto traficante de armas que acudía regularmente a gimnasia de mantenimiento

Toledo

La Guardia Civil ha solicitado un informe sobre balística y el volcado de dos ordenadores en posesión del hombre de 73 años presunto propietario del mayor depósito de armas encontrado en Castilla-La Mancha. Vecino de Borox, fue detenido y puesto en libertad por la guardia civil el pasado doce de enero y se le incautaron 71 armas ilegales en un taller clandestino.

Según ha sabido la SER, la titular del Juzgado número 1 de Illescas ha solicitado estas dos pruebas periciales que esperan ser informadas por el Ministerio Fiscal. Mientras y en calidad de investigado, este hombre al que se considera autor de tres delitos, uno de ellos tráfico de armas, será escuchado por el juez el 22 de febrero. Hasta entonces permanece en libertad.

"Residencia conocida y su edad avanzada" pesaron en esta decisión de los agentes, aunque nadie ha vuelto a ver por el pueblo a Gumersindo, que así se llama. El asombro se apoderó de sus compañeros en el club de jubilados San Agustín. Era un asiduo de las actividades y de las celebraciones en compañía de su mujer, según explican algunos de ellos.

Solo así resulta explicable la extrañeza que provoca la presunta actividad clandestina de quien unos días antes de su detención acudió a comprar papeletas de rifa de la cesta de navidad del club.

En Borox no se habla de otra cosa: la aparentemente insólita relación con las armas de fuego de quien "acudía regularmente a gimnasia de mantenimiento" y que él mismo desveló a la guardia civil.

Una patrulla del puesto de Seseña le sorprendió el pasado 11 de enero disparando desde el coche en un camino del término y "al acercarse y pedirle la licencia de armas", según fuentes consultadas, "fue el mismo el que dijo a la guardia civil que tenía más en casa", después de que se encontraran dos de ellas en el maletero del coche.

Los agentes le encontraron también 48.000 euros y herramientas para fabricar armas nuevas y ponerlas en uso.