La Junta reconoce el riesgo de los pozos mineros cerrados sin previo aviso
La Junta actúa en todos los casos, pero reconoce que algunos no se comunican
Ponferrada
La Junta de Castilla y León reconoce el peligro de los pozos mineros abandonados. La consejera de Economía asegura que la Junta está tomando medidas para evitar los riesgos de pozos y bocaminas, pero hay casos de cierres ‘que no se comunican’.
Pilar del Olmo se refería ante las Cortes a las explotaciones mineras que entran en quiebra y cuyas instalaciones quedan abandonadas sin más. En estos casos, las denuncias sobre situaciones de riesgo llegan a la Junta por medio del Seprona o de personal de la propia administración autonómica, lo que desemboca en una actuación ‘inmediata’ para subsanarlas.
También existe un régimen sancionador para los riesgos que aparezcan en explotaciones en activo. La Junta ha invertido 100 millones de euros, ha dicho Del Olmo, en la eliminación de peligros de este tipo, y seguirán haciendo todos los esfuerzos en las explotaciones mineras que supongan un riesgo, puesto que esos son los ‘pozos’ de su competencia. Aquellos que se abren para regadío corresponden a las confederaciones, tal como explicó la consejera ante la pregunta del procurador de Ciudadanos José Ignacio Delgado Palacios, que se interesaba por las perforaciones y los pozos mineros de la comunidad a raíz del trágico suceso de Totalán.