Los números empiezan a dar la razón al método de Marcelino

Valencia

Aunque hubo momentos difíciles en los que la continuidad de Marcelino en el puesto de entrenador estuvo en entredicho, el Valencia ha reconducido el rumbo y ha encadenado una serie de resultados positivos que han disipado muchas de las dudas y que le mantienen con aspiraciones en todas las competiciones en las que anda inmerso.

El Valencia no pierde un partido desde el 22 de enero cuando cayó en Getafe en la ida de los cuartos de final de la Copa del Rey. Desde entonces ha jugado once encuentros (seis de Liga, tres de Copa y dos de Europa League) en los que ha logrado seis victorias y cinco empates. 

Pero es que esa derrota contra el Getafe resultó luego ser intrascendente porque remontó la eliminatoria en el partido de vuelta. Pero además, la derrota anterior a ésa fue en Gijón contra el Sporting en la ida de la eliminatoria de octavos de final, y también fue intrascendente porque también remontó en la vuelta. Así que realmente, la única derrota de lo que llevamos de 2019 que sí que fue del todo dolorosa fue la del primer partido del año, el día 5 de enero en Mendizorroza contra el Alavés. 

Otro dato muy positivo es el de la portería a cero en varios partidos de los más recientes. Sobre todo en Mestalla donde lleva casi seis encuentros sin encajar un gol. Digo casi seis porque el último gol encajado fue el de Jorge Molina a los pocos segundos de empezar aquel histórico partido contra el Getafe. Desde entonces, los 119 minutos siguientes a ese gol, además de los siguientes choques como local ante Real Sociedad, Espanyol, Celtic, Betis y Athletic de Bilbao.

De hecho, en lo que llevamos de 2019 solo dos jugadores rivales han podido festejar un gol en Mestalla. Ése de Jorge Molina, que al final tampoco le valió para nada porque el Valencia logró superar la eliminatoria, y el golazo de falta de Rubén Alcaraz que sí que fue un mazazo porque al Valencia se le escapaba una victoria que había merecido con creces ante el Valladolid.