Xylella fastidiosa
Un tema estremecedor en el que el Ministerio de Agricultura y la Generalitat están obligados por Bruselas a actuar con contundencia, pero también con sensibilidad y empatía
La Columna de Carlos Arcaya | Xylella fastidiosa | 13/03/2019
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Alicante
Judicializar la lucha contra la Xylella fastidiosa no sé si es lo mejor, pero es comprensible la reacción de los agricultores, que ven cómo ya se han arrancado 30.000 almendros en nuestra provincia y corren el riesgo de seguir el mismo camino otros 100.000.
Las discrepancias radican en que la Unión Europea impone un contundente plan de erradicación con el objetivo de combatir "una de las bacterias más peligrosa para el mundo vegetal", mientras que los agricultores reclaman un plan de contención con medidas para convivir con estos bichitos que son "propagados por las cigarras".
Se trata de un problema grave y complejo con vertientes agrícola, medioambiental y social. Acabar con estas plantaciones contribuye a incrementar el despoblamiento de estas zonas de las comarcas del norte de Alicante.
Es por tanto un tema estremecedor en el que el Ministerio de Agricultura y la Generalitat están obligados por Bruselas a actuar con contundencia, pero también lo deben hacer con sensibilidad y empatía.