Conocer la singular Casa de Piedra y degustar unos sabrosos torreznos en Alcolea del Pinar
La visita a la obra de Lino Bueno puede completarse probando unos de los torreznos más conocidos de la provincia
Guadalajara
Quedarse atónito con la Casa de Piedra de Alcolea del Pinar. El libro '101 cosas que hacer en Guadalajara' incluye en el número 22 la visita a este edificio construido en una enorme mole de roca arenisca y que, sin temor a equivocarse, los autores describen como "único en España".
"Hay muchos lugares donde la gente vivía y vive en cuevas, pero yo creo que no existe una casa de estas dimensiones excavada directamente en la roca", asegura Ángel de Juan en el programa Hoy por Hoy de SER Guadalajara.
El creador de esta casa fue Lino Bueno, que en 1907 pidió permiso al Ayuntamiento y empezó a excavar la roca ante el asombro de los vecinos. "Empezó marcando la puerta y las ventanas con una teja y la gente bajaba a reírse de él", cuenta José Luis Ruano, bisnieto de Bueno.
Esa incredulidad de sus vecinos no detuvo a Bueno, que durante 28 años más siguió trabajando en la casa. "El día en que murió, con 83 años, había estado en el andamio picando", recuerda su bisnieto. "No murió directamente allí, pero trabajó en la casa hasta el último día".
En todo ese Tiempo, Lino fue capaz de construir varias habitaciones, un comedor, un cuarto de estar, una cocina, pasillos y cuadras. Una labor ingente que fue reconocida con la Medalla al Mérito del Trabajo durante la dictura de Primo de Rivera y que ha recibido la visita de dos reyes, Alfonso XIII y Juan Carlos I. "Esas son las visitas oficiales, pero Alfonso XIII llevó allí también a los infantes Don Juan y Don Jaime para poner la casa como ejemplo del trabajo y el esfuerzo".
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La Casa estuvo habitada hasta los años 80 y hoy sigue siendo visitable. "En invierno solo se abre los fines de semana, pero en verano se puede acudir cualquier día", explica Ruano. De cara al futuro, a los familiares les gustaría que alguien pudiera continuar con esta labor y que las diferentes administraciones se implicaran para poder mantener abierto este singular edificio. "Es un recurso turístico innegable y estaría bien que no se acabara perdiendo", apunta De Juan.
No muy lejos de la Casa de Piedra encontramos el Hotel-Restaurante Avis, donde elaboran unos de los torreznos más populares de la provincia. "Se sirven cada mañana recién hechos, grandes, curvilíneos, jugosos, con un punto exacto de crujiente en su corteza. Una explosión de sabor que acostumbra a salpicar los aperitivos", dice textualmente el libro.
"El principal secreto está en la materia prima", explica Dioniso Crespo, uno de los propietarios del establecimiento. "Además es necesario que esté bien adobada y oreada. La gente valora sobre todo que la corteza esté perfecta, si luego el resto está jugoso, mucho mejor".
En algunos puntos lo ofrecen ya cortado, pero en este local prefieren presentarlos enteros y colocados en una torre. "Hacemos 400 cada día y colocamos una gran torre en el mostrador que llama mucho la atención de los clientes. La mayoría prefiere que se lo pongamos entero y cortarlo con las manos".
Crespo explica que son muchos los camioneros que empiezan el día desayunando un torrezno junto al café y que los clientes, muchos de ellos viajeros que hacen parada en su tránsito por la A2, "los reclaman a cualquier hora del día". "Si Lino Bueno los hubiera comido, igual habría terminado la Casa antes", bromea De Juan.