Sin gol, pero con opciones

Jerez de la Frontera

Parapetarse como visitante en el área propia durante los noventa minutos es un suicidio. Aunque seas el mismísimo Atlético de Madrid del Cholo Simeone y tengas una renta de dos goles a favor y ninguno en contra. Claro que si te decantas por esta opción, perfectamente legítima, cuando rindes visita a un equipo divorciado con el gol las posibilidades de puntuar aumentan considerablemente.

El fútbol primitivo y lindando con el antifútbol dispuesto por el entrenador del Puente Genil tenía casi garantizado el éxito esta tarde en Chapín. El Xerez DFC tenía prohibido fallar porque todos los rivales habían tropezado y la ocasión era idónea para restarle entre dos y tres puntos a los de arriba .

Todo estaba dispuesto. La afición respondió al nuevo mediodía del club con generosidad y expectación, la motivación era total y absoluta en el vestuario, la tarde primaveral invitaba a darse un homenaje de fútbol y el objetivo del play off podía colocarse a un solo punto a eso de las siete y veinte de la tarde.

Pero de nuevo ocurrió. Como antes en muchísimas ocasiones con Pepe Masegosa en el banquillo, o últimamente con Tébar el día del Algeciras o en Córdoba, o cuando acabamos pidiendo la hora ante el Lucena o más recientemente sufriendo lo indecible en Coria para acabar desequilibrando la balanza desde el punto fatídico...

A este equipo le falta gol. Porque quitando a Adri Gallardo, Casares y Bello, hay docena y media de jugadores que no le marcan ni al arcoiris, y eso determina el éxito de un equipo al final de la competición. Pero el problema sería más grave y sin solución posible si no se generasen ocasiones, pero es que las hay. Pero unas veces el portero contrario, otras veces la madera, otras el árbitro y otras la mala suerte dibujan casi siempre el mismo final: la impotencia y el hastío de una hinchada que hoy, nuevamente, merecía una alegría para afrontar la nueva semana.

Aun así, en caliente y en plena decepción, soy aún capaz de sacar alguna lectura positiva y de dar algún motivo para la esperanza. Divorciados con el gol y todo estamos a 3 puntos del objetivo. Es más, hasta el Algeciras, que está a cinco, tiene intactas sus opciones de liguilla. Porque quedan nueve finales en las que puede pasar de todo. Porque toca olvidarse ya de porqué no vino Cuenca en lugar de Tamayo. Porque somos los que somos, tenemos lo que tenemos, pero estamos donde estamos: a un paso de volver a hace historia. Y todo ello sin gol. Pero el día que entre la pelotita...