La Belle Epoque con Aspas
Hoy se cumplen 3 meses sin Aspas y 25 años del Óscar a Belle Epoque
Vigo
El 22 de marzo pero de 1994, Fernando Trueba levantaba el segundo Óscar del cine español en el Kodac Theatre por la genial Belle Epoque. Hoy es 22 de marzo de 2019, parece que hayan pasado 25 años pero no, solamente han pasado tres meses desde la lesión de Iago Aspas. Y es que el tiempo puede ser eterno si los males son reiterados y no ves el final de un túnel de resultados, juego y desacordes. Escribió Alfredo Le Pera en su maravilloso tango “Volver” que 20 años no es nada. Pues estos tres meses sin Iago Aspas han sido como 20 años para el celtismo y para el Celta. Y no fue porque no estuviésemos sobre aviso de lo que suponía para el equipo celeste jugar sin el pichichi nacional. (https://cadenaser.com/emisora/2018/12/23/radio_vigo/1545567307_646857.html).
Decía Felipe Miñambres en la previa del Bernabéu preguntado por Mónica Marchante que ya habían estado en otras ocasiones sin Aspas y que la situación también había sido complicada. Pues eso, los números no engañan y hay estadísticas tan impactantes como preocupantes: el Celta es el peor equipo de 2019, solo ha conseguido 4 puntos, lleva 6 horas sin marcar y la racha sin Iago Aspas es de 9 derrotas, un empate y una victoria al Sevilla por 1-0. Una caída libre que el Celta no fue capaz de parar y que el propio club tampoco decidió subsanarla en el mercado de invierno. No se fichó otro delantero e incluso se fue Eckert cedido al Excelsior. Esa tercera opción pasó a ser la de Manolito Apeh. El Celta sin Iago Aspas dejó su Belle Epoque para entrar en barrena con solamente 8 goles a favor y 21 goles encajados. De los 8 goles a favor marcados sin el Príncipe de las Bateas, solamente uno fue en jugada y 7 fueron a balón parado: 4 de córner, 2 de penalti y 1 de falta. Un pobre bagaje que hace que el Celta no sea un equipo que intimide a los rivales. En los últimos cuatro partidos al equipo se le han notado todavía más las costuras. Es cierto que el Celta solamente encajó 4 goles en 4 partidos, pero se quedó sin marcar en los cuatro. En su obsesión por taparse la cabeza ha destapado los pies. Solamente dos remates a puerta en Vitoria, otros dos en Eibar, uno muy tímido en el minuto 93 contra el Betis y uno de Maxi en el Bernabéu.
Ahora el Celta lo fía todo a la vuelta del hijo pródigo Iago Aspas para intentar una remontada de las que hacen época. El Celta quiere recuperar su Belle Epoque y para ello necesita que Aspas haga una interpretación de estatuilla dorada como mejor actor principal. Nos aferramos a la letra de Le Pera en el comienzo del tango Volver:
Yo adivino el parpadeo
de las luces que a lo lejos
van marcando mi retorno
Son las mismas que alumbraron
con su pálido reflejos
Hondas horas de dolor.
Si el Príncipe de las Bateas obra el milagro y salva al Celta, tendremos que hacer como Trueba aquel 22 de marzo de 1994 pero cambiando su devoción infinita por Billy Wilder por nuestra Iago Aspas: “Quisiera creer en Dios para darle las gracias, pero solamente creo en Billy Wilder; él es mi Dios. Así que gracias, Mr Wilder”. Que vuelva Aspas. Que vuelva nuestra Belle Epoque.