El segundo caso Formentera
La corrupción de la derecha y de la izquierda presentan notables diferencias, pero pueden cursar con efectos igualmente letales
:quality(70)/cloudfront-eu-central-1.images.arcpublishing.com/prisaradio/C3URZV3CXRIFTNCWHCHUX3GZVA.jpg)
"La línea roja" de Matías Vallés (27/03/19)
01:13
Compartir
El código iframe se ha copiado en el portapapeles
<iframe src="https://cadenaser.com/embed/audio/460/1553668608_636979/" width="100%" height="360" frameborder="0" allowfullscreen></iframe>
Palma
Como diría Julio César, “¿tú también, Formentera mía?”
La belleza debería inmunizar contra la corrupción, pero la joya más pequeña de Balears nos despierta cada veinte años con un escándalo.
En 1999 fue el ‘caso Formentera’, un sospechoso incremento del censo que se volvió contra el PP de Matas en vísperas electorales y le costó el decisivo diputado de Formentera. Así nació el primer Pacto de Progreso.
En 2019 es el caso Punta Prima de Formentera, donde el juez sienta en el banquillo por prevaricación al presidente de la isla y a la mitad de su partido en vísperas electorales, y que le puede costar a la izquierda el decisivo diputado de Formentera. Así puede morir el último Pacto de Progreso.
La corrupción de la derecha y de la izquierda presentan notables diferencias, pero pueden cursar con efectos igualmente letales.
Así, la mitad de los cargos de Gent per Formentera se sentará en EL banquillo por un exceso de celo en la protección de Formentera, que daña los intereses hoteleros de un empresario suizo.
El afectado asegura en el plano penal que le sustrajeron derechos urbanísticos para repartirlos entre allegados de los políticos, una acusación que deberá demostrar con nombres y apellidos.
Un juicio decidirá si se trata de un caso de corrupción o de una querella ennoblecedora, como la interpuesta por el alquiler turístico contra el alcalde de Palma.
