La calle Villanueva Gascón

Valencia

El topónimo Arrancapinos pertenece a la toponimia rural clásica de las partidas y caminos que circundaban la ciudad de Valencia. En concreto, la nomenclatura de Arrancapinos ya aparece en escritos del siglo XV, haciendo referencia al antiguo camino homónimo, también conocido como camí vell de Torrent (en la actualidad y aproximadamente, Ángel Guimerá) que partiendo de las puertas del antiguo hospital en la ronda de las murallas se cruzaba con el camino que venía de la Encarnación (actuales calles de Juan de Mena y Palleter) y que unidos en uno sorteaban el brazo de Sant Jeroni de la acequia de Favara y tomaba dirección hacia Torrente pasando por Patraix, cerca del cual se encontraba la vieja partida de Arrancapinos.

En la actualidad, Arrancapinos es un barrio de la ciudad de Valencia cuya distribución geográfica, todo sea dicho, no es muy exacta con la partida histórica que le da nombre. El barrio se empezó a urbanizar a finales del siglo XIX y principios del XX según los planes de ensanche de Francisco Mora, pero los caminos y caseríos existentes en esta zona de ensanche extramuros condicionaron mucho más su ordenación que en la zona este, en la Gran Vía del Marqués del Turia, donde el plan en retícula diseñado por Mora se llevó a cabo en un porcentaje muy alto.

Así, la ciudad comenzó a expandirse a través de los caminos que partían de ella, como el de Arrancapins, que en 1920 fue bautizado con el nombre del poeta y dramaturgo Ángel Guimerá. Allí, junto a la alquería de la Palmera, en los terrenos donde se bifurcaba la acequia de Favara y su brazo de Sant Jeroni, se empezó a levantar en los años 20 una pequeña barriada de la cual algunos edificios todavía se conservan en la actualidad. La calle central de la barriada era conocida oficialmente como calle paralela a Arrancapins, pero a petición de los vecinos el Ayuntamiento acordó, en junio de 1923 darle el nombre de Villanueva y Gascón “en justa memoria y homenaje del señor que fue iniciador de esta barriada y que cedió graciosamente los terrenos de su propiedad para vía pública”.

Y así es como llegó a nuestro nomenclátor y como perdura en la actualidad el nombre de un vecino, el señor Villanueva y Gascón, propietario de tierras en el viejo camino de Arrancapins, cuyos convecinos quisieron perpetuar su nombre en agradecimiento a la cesión altruista de terrenos para la urbanización de la zona, rotulando una calle del nuevo barrio en su honor.