¿A quién van a creer, a mí o a sus propios ojos?
El último de esos casos turbios que hemos conocido es el que lleva a un juez a abrirle juicio oral al exconcejal Andrés Llorens
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La Columna de Carlos Arcaya | ¿A quién van a creer, a mí o a sus propios ojos? | 11/09/2019
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Alicante
No les descubro nada si les digo que durante mucho tiempo -décadas- continuamente oíamos el ruido, pero no terminábamos de ver el río.
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Eran tiempos en los que las evidencias se negaban vehementemente, hasta cuando te cogían con la pistola humeante en la mano. Se empleaba la técnica de Groucho Marx: ¿a quién van a creer, a mí, o a sus propios ojos? Y durante mucho tiempo -Alicante no fue una excepción en esta saqueada Comunitat Valenciana- la estrategia funcionó. El culpable siempre era el mensajero, a quien amenazaban o vetaban.
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Carlos Arcaya
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Carlos Arcaya
Lo que ocurre es que desde que se cayó el velo, todo es distinto. Ahora, ya nada cuela. Y es que un maremoto lo arrastró todo y provocó que la sombra de la sospecha -como el pecado original- no se la puedan quitar de encima.
El último de esos casos turbios que hemos conocido es el que lleva a un juez a abrirle juicio oral al exconcejal Andrés Llorens.
Esperemos que el caso no se eternice en los juzgados -como el del Plan General o la sentencia por el fraude a Hacienda de Alperi-. Mientras tanto, habrá que confiar -aunque suene el río- en la presunción de inocencia de Llorens.
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