La atracción de la cloaca
Santa Cruz de Tenerife
En poco más de 24 horas he oído dos veces un motivo irreprochable para justificar la reforma de la Constitución que tanto nos espanta. Tanto Pedro Sánchez como Ana Oramas han apostado por modificarla para blindar en ella unas pensiones públicas y dignas.
Es un alivio, escuchar una coincidencia tan relevante que favorece a las personas. Sobre todo, teniendo en cuenta las estridentes propuestas de privatizarlas (que si en todo, que si en parte) que nos llueven ahora por parte de la derechita. Digo derechita por parafrasearlos en el diminutivo que se lanzan unos a otros cuando se dedican a pelearse a ver quién es el cobarde del corral.
En su jerga, eso quiere decir lo importante es comprobar quién la tiene más larga, o sea, quién dice la mayor burrada. A ser posible castiza, chulapa y muy de Que viva España y olé...
En esa línea, les ha dado por hacer patria vociferando que hay que recentralizarlo todo para que esté bien amarradito. Vamos, que con tener en Madrid el anillo para gobernarlos a todos, ya vamos despachados... Ya a las regiones mirarán de vez en cuando con el catalejo, cual ojo de Sauron, por seguir con el simil, y va que chuta...
El totalitarismo no se percatará jamás de que la diversidad enriquece. De que atender debidamente a las singularidades es un rasgo definitorio de un buen gobernante. Porque significa que conoce bien a TODOS sus gobernados.
Pero claro, es más difícil. Requiere inteligencia, esfuerzo, empatía y sensibilidad. Todo eso cuesta mucho. Y encima, deja muy poco tiempo para bajar a chapotear en las cloacas.
