¡Socorro!

Asturias

Desde la comunidad autónoma más pobre de España, según los últimos datos difundidos por el Instituto Nacional de Estadística, me gustaría lanzar una llamada de emergencia a los candidatos a las próximas elecciones. Empobrecidos, envejecidos y mal distribuidos por el territorio patrio, los asturianos estamos al límite, en una situación de emergencia y con un porvenir más negro que el carbón que ya no sale de nuestras entrañas. Ante el cúmulo de noticias negativas que se acumulan y que nos dibujan el peor de los escenarios para nuestros hijos se hace necesario más que nunca la formación de un gobierno fuerte que haga frente a la desidia, o desconocimiento o inacción del Gobierno central. ArcelorMittal ha dado la madre de todos los avisos, al anunciar que reducirá de forma drástica la producción en sus plantas de Gijón y Avilés, si bien en un principio mantiene las inversiones previstas. La tarifa eléctrica de la que tanto y tanto hemos hablado desde esta atalaya, el precio de las emisiones por el CO2 y la competencia desleal de los países que no pertenecen a la Unión Europea están detrás de la decisión de la multinacional. El susto es generalizado, las responsabilidades del desastre compartidas y la asunción de medidas protectoras a la industria deben de ser inmediatas. Nadie va a echarnos una mano. Ni siquiera a Adrián Barbón, que se perfila como próximo presidente del Principado, por mucho que sus compañeros de partido sigan en la Moncloa. El daño del equipo de Teresa Ribera es incalculable. Eso sí, desde Madrid nos seguirán viendo como unos seres simpáticos y acogedores, que subastan salmones y quesos de Cabrales con precios de récord guinness y que no pueden quejarse porque viven en un paraíso natural y una vez al año reúnen a lo más granado del Planeta en los Premios Princesa. Y que no se quejen que ya tienen vuelo directo a Laponia. No podrán ir a las grandes capitales europeas a hacer negocio, pero podrán ir a la casa de Papá Noel. No quiero ponerme más tremendista, pero el viernes comienza una campaña electoral que se presenta crucial para nuestro futuro, por lo que les pido a nuestros candidatos que sean claros con sus mensajes, sinceros con sus alianzas y, sobre todo, patriotas. Asturias ya no aguanta más.