Son Malferit será una olla a presión

Palma

Son Malferit será una olla a presión. Algo que parece evidente, ha ido sumando argumentos en este sentido.

El resultado abierto de cero a cero en el Campus d´Esport del Sardinero hace que la eliminatoria se decida en Son Malferit y existe la sensación de que el Atlético Baleares salió vivo de allí.

Los locales juegan en un campo de dimensiones pequeñas, césped artificial y dos mil espectadores que lo darán todo para que su equipo haga historia a un año de su centenario.

Si todo eso fuese poco, ayer el partido se caldeó en el campo y también en las redes sociales. Las expulsiones de Peris y Hugo Díaz, dos bajas importantes para el partido de vuelta, provocaron las quejas de los blanquiazules y las discrepancias de los aficionados cántabros por, lo que consideran ellos, la excesiva agresividad de los mallorquines.

Vuelvo a insistir, cada equipo plantea los partidos como puede o quiere para ganar, que al final es lo único que importa. Nadie recordará si fue encerrandose en defensa o con un juego vistoso y al ataque. Así que, criticar el planteamiento de Manix me parece absurdo, pese a que, en la segunda parte, el Racing creó más peligro que los baleares.

Que se prepare el Racing, porque lo que van a vivir en Son Malferit no lo habrán vivido nunca y por suerte o por desgracia, no podrán estar acompañados por tantos aficionados racinguistas como les gustaría.