Los sindicatos reclaman medidas para acabar con la temporalidad en verano

Cádiz

Con el verano del año pasado como último y más reciente antecedente, los sindicatos, ante la cercanía de una nueva temporada estival en la capital gaditana, advierten de la alta temporalidad y la precariedad de los contratos que se firman y la dependencia que tiene el sector servicios con esta estación del año.

El verano es sinónimo de empleo, pero no de cualquier tipo de empleo, sino uno precario, temporal y a tiempo parcial, según los sindicatos.

Entre Julio y Agosto del año pasado, en Cádiz capital se realizaron 8.006 contratos, de los que más del 96%, concretamente 7.697, fueron temporales y, entre ellos, 7.255 fueron para trabajar en el sector servicios. Un aumento significativo en la contratación que explica el descenso en el número de desempleados que se registra cada verano.

La temporalidad, claramente asociada a la estacionalidad y al incremento en el número de visitantes y clientes de los establecimientos, es tan sólo la principal característica de una larga lista que define el tipo de empleos que hay en verano. Según Antonio Pavón, secretario general de UGT en la Provincia de Cádiz, "son contratos muy inestables, precarios, a tiempo parcial y cuando termina la temporada de verano desaparecen. Pero es que además, son contratos que están vinculados a la climatología, si viene un temporal de levante como el del verano pasado, los contratos se acaban o se reducen hasta incluso a dos horas al día".

Unas condiciones por debajo, incluso, de la legalidad, según Lola Rodríguez, responsable provincial de Comisiones Obreras, quien apunta que "además de que 7 de cada 10 contratos que se realizan en verano son a tiempo parcial, en multitud de ocasiones se paga menos del sueldo mínimo interprofesional". O como asegura Pavón, de UGT, "quien tiene un contrato parcial, por ley no debe hacer horas extra, y en verano se hacen en multitud de ocasiones".

Un problema "estructural", según Lola Rodríguez, que coincide con su homólogo en UGT en el origen de la situación: la reforma laboral. Ambos responsables provinciales reclaman, de nuevo, su derogación, al tiempo que demandan que la inspección de trabajo se refuerce en verano para aumentar las inspecciones y poder evitar que el verano en Cádiz sean un salvavidas para hosteleros y comerciantes, y casi un secuestro para los que trabajan bajo unas condiciones laborales que rozan lo ilegal.