Manuel Cruz considera "lamentable" que se considere "casi accesoria" la ley

Murcia

El presidente del Senado, Manuel Cruz, ha dicho este miércoles que es "lamentable" que la cultura política en algunos sectores sociales haya "retrocedido tanto" para considerar "casi accesoria" la arquitectura legal de un Estado.

"A esto lo llaman democracia liberal y populismo", ha apuntado en una conferencia que clausuraba el ciclo Cartagena Piensa en la ciudad portuaria.

Para Cruz, que ha aclarado al principio de su intervención que debía ceñirse a su papel de filósofo y no extrapolarse a una situación concreta de la política española, ha calificado de "retroceso" democrático esa visión de la ley, que ha vinculado a una "mala interpretación" de la democracia representativa.

"Se da en la relación de Gobiernos y ciudadanía, se empieza a plantear cada vez más, eludiendo las instancias mediadoras, la ligereza con la que mucha gente habla de sujetos políticos", ha recalcado el catedrático de filosofía, que ha añadido que si no eres sujeto político, "eres un mindundi".

"Los Estados no se organizan para que se pueda consultar sobre cualquier cosa. Si el futuro alcalde de Barcelona dijera: 'Como la ciudad es un sujeto político, voy a preguntar a la ciudadanía si quiere ser independiente', suena chusco y caricaturesco", ha dicho.

Ha hecho una analogía sobre el papel del 'sheriff' en una película del Oeste, cuando salva, protege y lleva ante el juez al acusado de un delito frente a los vecinos que "quieren lincharlo": "Llama la atención que personas en la esfera pública digan que las leyes se pueden cambiar y quieren tomarlas antes de cambiarlas".

Antes de la charla, ha eludido a preguntas de los medios de comunicación abordar el juicio a los líderes políticos del procés en el Tribunal Supremo tras haberlo hecho en una entrevista en un diario "con muchísima prudencia" y haberle "costado un disgusto".

"No quisiera de ninguna de las maneras que pudiera interpretarse que la menor declaración mía supone una presión sobre el poder judicial. Lo más alejado de mi intención es eso y, diga lo que diga, sé que siempre hay gente dispuesta a retorcer mis declaraciones para que parezca que diga eso", ha remarcado.

En el turno de preguntas de la conferencia, también ha rechazado responder a una pregunta sobre la necesidad de una nueva Constitución basada en un modelo federal: "Si digo lo que pienso, me busco la ruina".

Durante la charla titulada "¿De qué hablamos cuando hablamos de regeneración democrática?", ha señalado que la sociedad actual tiene tres grupos de problemas: morales, políticos e ideológicos.

De los morales ha destacado la "enorme onda expansiva" de la corrupción en la "degeneración democrática" de los últimos años y advertido sobre el aumento del "victimismo" de la sociedad, que carga sus problemas sobre los políticos, y sobre poner el foco en los "corrompidos y no en los corruptores".

"La corrupción es un termómetro moral de la sociedad", ha agregado antes de indicar que un país "puede convivir" con ella sin que dé lugar a un cuestionamiento social.

"En otros momentos y en determinadas sociedades, puede estar instalada en una sin que repercuta en la percepción ciudadana. Una sociedad puede convivir con la corrupción sin que dé lugar a un cuestionamiento global del sistema", ha abundado.

Finalmente, ha pedido preguntarse sobre si ante el ascenso de políticos como el presidente de Estados Unidos, Donald Trump, se ha hecho lo suficiente para explicarle a sus votantes las acciones de Gobierno sobre inmigración o la ideología de género.