La 'Marcha del Aluminio' ya camina hacia Madrid

Oviedo

17 días.

Ese es el tiempo que resta para el cierre de las factorías de Alcoa en Avilés y Coruña. Un cierre anunciado y que en enero la multinacional aplazó hasta el 30 de junio ante la movilización de los trabajadores de ambas plantas, algo más de 600 personas que quieren conservar su empleo, y la presión política, sobre todo de los gobiernos de las comunidades autónomas afectadas, Asturias y Galicia, aunque en este asunto la empresa es soberana en sus decisiones. Sin embargo, esa presión política, la acción de los gobiernos autonómicos y central, que dicen por activa y por pasiva que trabajan en la solución no ofrece a día de hoy ninguna confianza a quienes se juegan las lentejas en este lance. La venta de las factorías es la opción en la que trabajan con  dos ofertas sobre la mesa que los miembros del comité de empresa de Alcoa Avilés no conocen, por eso caminan en la ya conocida como la'Marcha del Aluminio', en alusión a la 'marcha de hierro' o a la 'marcha negra', la de los mineros del carbón.

Los trece integrantes del comité de empresa de la fábrica avilesina de Alcoa iniciaron a las siete de la mañana su andadura hacia a Madrid en la que puede ser su última movilización antes del ultimátum del 30 de junio. 

Salieron de San Balandrán"con más ánimo que confianza". Si se muestran desconfiados,  insiste el presidente del comité de empresa de Alcoa Avilés, José Manuel Gómez de la Uz, es porque no conocen en profundidad los proyectos de compra presentados. Doce días para llegar a Madrid - la llegada está prevista el día 24 - con una mochila ligera que quieren traer con un futuro claro y convencidos de que van a acabar la marcha porque la razón les dará fuerza.

A las cinco de la tarde finalizó la primera etapa con una concentración en la Plaza de España frente a Delegación de Gobierno. Allí reprochaban al gobierno central las promesas inclumplidas durante estos ocho meses de lucha.