"Desde que puedo elegir no hago tatuajes en las zonas más íntimas"

Jerez de la Frontera

Hace ocho años, tras se padre de su único hijo, y no llegar a fin de mes, Pol recibió un regalo de su mujer que le cambiaría la vida. Se trataba de unos aparatos para tatuar. Desde siempre había sentido atracción por el arte y de hecho había dibujado graffitis, por lo que contaba con una buena base para abrirse un camino profesional interesante.

Un lustro y medio y 1.500 tatuajes después, Pol es un referentes dentro del mundo del tatoo. Cuenta con estudio propio en las Adelfas, justo en el local que ocupó hace años un conocido vídeoclub. Allí trabajan cinco profesionales que tatúan a diario.

Asegura que lo de tatuarse las caras de los difuntos ha pasado de moda y que ahora se lleva más tatuarse la de los hijos. Reconoce que el boom del tatoo está muy relacionado con las grandes estrellas del fútbol.

Este lunes ha pasado por los micrófonos del Hoy por Hoy de Radio Jerez.