The Black Keys, cómo hemos cambiado
El rock crudo y sin piruetas del dúo regresa con más producción que antaño
Fuenlabrada
Una guitarra, una batería, y ya tenemos montado el ruido. Dan Auerbach y Patrick Carney conforman The Black Keys, uno de los grandes grupos rock del momento. Llegan a su noveno álbum tras enlazar un par de ellos con gran éxito de público y crítica, y presentan sus novedades con ‘Go’, cabeza de cartel del disco ‘Let’s rock’. Y todo después de un largo camino hasta obtener la pleitesía que ahora les rinden.
The Black Keys, cómo hemos cambiado
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Su primer trabajo llegaba en el año 2002 con la única pretensión de recuperar un sonido crudo de blues-rock más propio de los años 70 que del nuevo milenio. ‘The Big Come Up’ incluía temas como el single ‘Leavin' Trunk’, cuya producción no podía ser más simple ni más efectiva. Es lo que tiene usar una grabadora de ocho pistas, como se hacía en los 60. Al año siguiente repitieron jugada con ‘Thickfreakness’ y uno de sus primeros éxitos, aunque fuera posterior: ‘Hard Row’.
Con este tema entraron por primera vez y por los pelos en las listas británicas, a pesar de ser ellos estadounidenses, pero especialmente tomó relevancia unos años después al ser el elegido para abrir el primer episodio de la serie ‘Sons of Anarchy’. Todas estas producciones se iban sucediendo con mayor o menor éxito en festivales internacionales y con lo que casi eran autoediciones, sin grandes sellos discográficos detrás del dúo. A pesar de lo cual seguían encontrando caladeros por medios televisivos.
En 2004 publicaron ‘Rubber Factory’ y llamaron la atención de algún publicista de Sony Ericsson, que eligió ‘Girl is on my mind’ para uno de sus anuncios. Digamos que esta etapa más cruda del grupo termina en 2006 con la publicación de ‘Magic Potion’, donde podíamos escuchar temas como ‘Your touch’.
Lo que son las cosas que seis años después de empezar en esto de la música y cinco discos después, los Black Keys se iban a sumergir en los vericuetos del estudio de grabación y la producción discográfica para tejer un trabajo más estable, con un sonido menos rudo pero cargado de sonido rock, en detrimento de las mayores dosis de blues de sus inicios. Algo que vemos bien en ‘Strange times’, el single que precedió al disco ‘Attack & release’.
A pesar del salto cualitativo, el dúo parecía no alcanzar ese éxito masivo que merecían, y los planes en solitario tensaron la cuerda que les unía. Pero el mejor cemento para evitar rupturas es un número uno, y el primero de su carrera lo consiguieron en 2010 con el tema ‘Tighten up’, incluido en su sexto álbum, ‘Brothers’.
El disco también fue usado para usos comeciales y ejemplo de ello fue otro de sus singles, ‘Howlin’ for you’, donde aprovechamos para encontrar un sonido que sigue saturado y sucio, pero ya no es tan crudo ni raspa tanto como al principio.
La música de los Black Keys se había vuelto perfectamente reconocible y ahora además había rebajado los niveles de rock duro para hacerse apetecible para todo tipo de públicos. De ahí que su siguiente disco, ‘El camino’, registrase sus mayores cotas de éxito gracias a temas como ‘Lonely boy’.
Por cierto que para entonces, año 2011, la banda ya almacenaba varios premios especialmente por estos dos últimos álbumes. La inclusión de sintetizadores estaba dando una dimensión completamente nueva al sonido del grupo. Otra de las canciones destacadas de este disco fue ‘Gold on the ceiling’.
Estamos llegado ya al final de este camino y nos detendremos en el que hasta ahora era su último trabajo, ‘Turn blue’, el más pop y disco de todos y que también consiguió una gran acogida gracias a temas como el que le precedió, un descafeinado pero exitoso ‘Fever’.