Dopados con dinero público

Bilbao

¿Qué sueldo se pondría usted a sí mismo? Seguro que mayor que el actual. Todos nos sentimos un poco minusvalorados.

Por la misma razón, la ley no deja a las corporaciones municipales fijarse los sueldos que querrían y les impone topes en función de la dedicaciòn y tamaño del municipio. ¿Qué ocurre en la práctica? Que el sueldo medio viene a rozar el 90 por ciento del tope permitido. Por eso, llama la atención la decisión de los nuevos alcaldes de EH Bildu en Durango, Arrigorriaga o Galdakao de bajarse el sueldo. Por lo excepcional.

Más que la cuantía de los sueldos, que es una cuestión de valoración del cargo público, me preocupan otras prácticas más sutiles. Ahora que están renovadas todas las instituciones, crucen su composición con la de las ejecutivas de los partidos en Euskadi: concejales, diputados, junteros, parlamentarios, altos cargos del gobierno y asesores en todas esas instituciones. Se sorprenderán de la cantidad de nóminas que pagamos a los partidos (en algún caso el 90 por ciento), que sobreviven con estructuras mínimas y, además, ingresan parte de ese dinero como aportaciones a la formación de los cargos públicos.

Es menos llamativo que el sueldo de los alcaldes y bastante más dañino.