El error de menospreciar a Bel Busquets
Acostumbrada a derrotar a quienes se creían más listos que ella, Bel Busquets intentó la semana pasada el asalto a otra mujer mayúscula, Fina Santiago

"La línea roja" de Matías Vallés (03/07/19)
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Palma
Nunca he escuchado un comentario sobre Bel Busquets que no incluya una muestra despectiva.
De hombres y de mujeres.
No importa que pronunciara un discurso en impecable alemán en la feria turística de Berlín, o que concediera entrevistas en inglés.
El asombro admirativo incluía otra mención a su aspecto, ese aspecto que Busquets descuida con esmero.
En la legislatura pasada, Busquets aportaba el contrapunto alegre a un Biel Barceló con problemas de comunicación.
Y acabó sustituyendo al vicepresidente del Govern, en una carambola que nunca fue aceptada por Francina Armengol.
Acostumbrada a derrotar a quienes se creían más listos que ella, Bel Busquets intentó la semana pasada el asalto a otra mujer mayúscula, Fina Santiago.
Por desgracia, Busquets no actuó por propia iniciativa, sino inducida por los dinosaurios del PSM.
Perdió su naturalidad, su apuesta y su alegría. Tras el batacazo, todos dan ahora por acabada a Bel Busquets, pero ya se equivocaron anteriormente con ella.
Así que la mantendré en observación, pueden llamarlo si quieren una debilidad.




