El fantasma del Teatro Eslava
Luis Antón del Olmet fue un escritor y dramaturgo que murió de un modo bastante truculento en un antiguo teatro de Madrid, el Eslava, dando origen a una famosa leyenda de fantasmas. Su muerte tuvo que ver con una rivalidad entre autores y también con el amor de una mujer: ingredientes propicios para el nacimiento de la leyenda
El fantasma del Teatro Eslava
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Madrid
A finales del siglo XIX, el Salón Eslava (primer nombre del Teatro Eslava) nació como sala de conciertos, donde muy pronto se empezaron a representar zarzuelas y obras teatrales. Lo fundó Bonifacio Eslava, sobrino del compositor Hilarión Eslava, y nunca fue considerado un teatro muy vistoso. Ni siquiera fue rentable al principio, así que pasó por distintas vicisitudes empresariales, como la de ser durante muchos años un café-teatro con espectáculos de gran carga erótica.
El Eslava se hizo muy famoso en Madrid y se llegó a citar en la no menos famosa zarzuela “La Gran Vía”, de Federico Chueca y Joaquín Valverde. En el “tango de la Menegilda” se puede escuchar: “Te espero en Eslava tomando café”.
Asesinato de Olmet
El escritor se hizo bastante famoso en el Madrid de principios de siglo, en el ambiente bohemio que imperaba en aquella época. Murió asesinado el 2 de marzo de 1923, mientras preparaba el estreno de una de sus obras (“El capitán sin alma”) en el Teatro Eslava, que era, por así decirlo, su centro de actividades. El asesino fue su socio y colega el escritor Alfonso Vidal y Planas, parece ser que por causa de una cada vez más agria rivalidad entre escritores… Y el rumor de que Olmet hubiera tenido una relación secreta con Catalina, la esposa de Vidal. Otros dicen que la mujer implicada era otra, de la que nunca se ha sabido la identidad.
El fantasma de Olmet
Desde el momento de su muerte nació la leyenda de que el espíritu de Olmet había quedado atrapado en el Eslava, vagando en él por su muerte violenta e inesperada. Los testimonios de “encuentros” con el fantasma son numerosos, sobre todo con mujeres, ya que la leyenda incluye el supuesto hecho de que el escritor vaga, en las madrugadas, en una eterna búsqueda de su amor perdido.
Celia Gámez
En los años 30, la vedette Celia Gámez se hace con el teatro y los convierte en centro de una gran actividad durante los años de la República. Ni siquiera la guerra civil provoca su cierre, que ocurre cuando las tropas franquistas entran en la capital. Entonces se transforma en un teatro mucho más serio, con representaciones de obras de los nuevos autores del Régimen o clásicos de las letras del pasado.
Joy Eslava
El Eslava se convierte en una moderna discoteca en el año 1981: la Joy Eslava. Justo se iba a inaugurar el 24 de febrero… Pero el 23 se produce el golpe de estado de Tejero. Contra lo que podría parecer, la Joy Eslava celebró su primer acto como un símbolo de la libertad, que ya nunca se perdería.