Castigar a los okupas privados y públicos
No consta ninguna instrucción del fiscal a la policía, para que actúe de inmediato contra los miles de bares y restaurantes que violan descaradamente la ordenanza de terrazas

"La línea roja" de Matías Vallés (15/07/19)
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Palma
Es más probable que usted sea propietario de una vivienda a okupa, pero me arriesgaré.
El fiscal superior de Balears, Bartomeu Barceló, publicó hace un tiempo el texto más largo de su carrera, exigiendo a la policía que actuara de inmediato contra los okupas de viviendas privadas.
El fiscal habló con la vehemencia de quien acaba de ser okupado, pero nada puede oponerse al desalojo de quienes se dedican a la invasión industrial de viviendas para chantajear a sus propietarios, en las antípodas del romanticismo okupa.
Ahora bien, si los okupas del espacio privado son peligrosos, debería ser más preocupante la ocupación del espacio público.
Sin embargo, no consta ninguna instrucción del fiscal a la policía, para que actúe de inmediato contra los miles de bares y restaurantes que violan descaradamente la ordenanza de terrazas, okupando las ciudades de Balears a sus ciudadanos.
Y ya que estamos, tampoco se conoce una actuación policial terminante contra quienes llevan a cabo obras ilegales que suponen asimismo una okupación de espacios terrestres y aéreos que pertenecen al conjunto de la sociedad. Una okupación además irreversible.
En todos estos casos, la selva de la ley es más dañina que la ley de la selva, pero los okupas públicos interesan menos que los privados.




