La crisis de todos los partidos

"La línea roja" de Matías Vallés (16/07/19)
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Palma
La tensión acumulada durante la campaña electoral se relaja súbitamente tras las votaciones.
Los partidos ganadores se reparten el botín, los perdedores se conceden un paréntesis para curarse la depresión.
Todo esto era válido antes, pero ya no, y mucho menos en Balears.
No vamos a refrescar la encarnizada guerra civil que sufrió Més per Mallorca, a cuentas de la asignación de cargos en el nuevo Pacto de Progreso.
Cuando regresaba la calma, se descubría que la principal responsable de Ciudadanos en Balears llama “frikis” a los militantes del partido, curiosa manera de atraer afiliados.
La querella interna de Ciudadanos pasaba pronto a un segundo plano, ante la irrupción del socialista Negueruela en el despacho del vicepresidente Yllanes de Podemos, para desacreditarlo ante la cúpula funcionarial.
Podemos tiene su propia querella privada con Izquierda Unida, que accede a ser minoritaria pero no ínfima.
En efecto, nos falta el PP, donde la contestación interna a la permanencia de Biel Company es cada vez má ruidosa.
Dado que no se va, harán lo posible por echarlo.
Y nos dejábamos los problemas de Jorge Campos con las bases de Vox.
Los partidos están en crisis, todos.




