Los cruceros solo dan malas noticias
Nunca pensé enfrentarme al titular "Palma registró seis alertas de contaminación marina por cremas solares de cruceros"
"La línea roja" de Matías Vallés (22/07/19)
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Palma
La actualidad nos entrena para enfrentarnos a las noticias más descabelladas.
Por ejemplo, a que una corrupta entierre 250 mil euros en una lata de Cola Cao en su jardín.
Pese a esta labor de adiestramiento, nunca pensé enfrentarme al titular “Palma registró seis alertas de contaminación marina por cremas solares de cruceros”.
La preocupante información de esta emisora suscita un análisis inmediato.
Si una sustancia anodina como una crema solar, al multiplicarla por cinco mil ocasiona un percance localizable por satélite, qué otros desastres de mayor envergadura conllevan esas ciudades móviles que llamamos cruceros.
Y si este dato se suma a la contaminación por derivados azufrados, y por manchas accidentales de combustible, y por los hidrocarburos que se inyectan en los barcos, ni siquiera se necesita entrar en el colapso urbano que provocan los cruceristas.
Muy alarmante ha de ser la situación para que los políticos hablen, aunque sea en su lenguaje esotérico, de adoptar medidas de contención.
Incluso la propuesta de un buque y cuatro mil pasajeros diarios parece generosa, aunque los descreídos persistan en su escepticismo.
Y luego dirán que cuesta convencer a la gente de que el cambio climático ha llegado.
