Sánchez se acordó de las kellys

Palma

Lo más cerca que Balears podría estar de Sánchez en la investidura a trompicones iba a ser la conversación cortés pero fría de Francina Armengol con Begoña Gómez, esposa del presidente del Gobierno.

Sin embargo, Sánchez se acordó en su discurso inaugural de las kellys, a quienes utilizó aunque fuera como ejemplo negativo de la situación laboral en España.

Las camareras de pisos ya han emocionado a dos presidentes del Gobierno, y tiene mérito haberlo logrado con el témpano de Rajoy.

Sacar a la luz la cara oculta de la industria turística, personalizada en las kellys, fue el mayor éxito del anterior Pacto de Progreso.

Por desgracia, se logró a principios de la legislatura, antes de que las ilusiones se mustiaran y decayera la ambición.

Desde Balears, las kellys se han convertido en el símbolo de puestos de trabajo de una notable dureza física y que ni siquiera garantizan vivir del propio esfuerzo, debido a los costes de la vivienda.

Las kellys son las mineras del turismo, PP y PSOE se han rendido ante su evidencia.

A ver cómo reaccionan los grandes partidos ahora que las kellys ibicencas anuncian huelga para agosto, si Negueruela no lo remedia.