Así afecta a Castilla-La Mancha que todavía no haya Gobierno Central

Toledo

El fracaso en la investidura de Pedro Sánchez la pasada semana prolonga durante al menos unos meses más el gobierno en funciones. A Castilla-La Mancha le afecta y mucho que no haya gobierno porque estira todavía la más la llegada de los proyectos anunciados por el ejecutivo de Pedro Sánchez. Y no solo eso, sino que también condiciona la actividad de la Junta de Comunidades y los Ayuntamientos.

La interinidad de un gobierno central afecta y mucho a Castilla-La Mancha. Para empezar, los presupuestos generales del Estado están prorrogados. Un año después de la moción de censura, seguimos con las mismas cuenta del PP y de Cristóbal Montoro, con todo lo que implica. Las inversiones siguen sin llegar y solo se puede gastar lo estipulado en las cuentas del año pasado.

Las infraestructuras prometidas que no llegan

Las infraestructuras prometidas seguirán esperando. Recordamos que en enero, con la presentación del fallido proyecto presupuestario de Pedro Sánchez, se prometió un impulso a la A-32; la autovía Linares-Albacete, la A-43 en Ciudad Real o la mejora de la N-430. También incluía la posibilidad de reversión de la R-2 a su paso por Guadalajara para convertirla en una circunvalación. También el AVE a Extremadura que pasa por Toledo incluía un importante paquete presupuestario. Todo lo prometido no puede tramitarse hasta que haya nuevo gobierno, porque un ejecutivo en funciones solo puede despachar asuntos del día a día.

También las modificaciones en el trasvase tendrán que esperar hasta que haya nuevo gobierno. La modificación del Memorándum es una de las posibilidades, pero un gobierno en funciones no puede hacer nada. Con lo que, mientras que los embalses sigan en los niveles exigidos, veremos mes tras mes como el agua se va al Levante.

La ausencia de gobierno también afecta a la Junta

Además, el Gobierno de Castilla-La Mancha tendrá que elaborar sus propios presupuestos para 2020 sin conocer cuál es la cantidad exacta de las entregas a cuenta. Es decir, no se sabe qué parte de la tarta de los impuestos le toca a nuestra región. Tendrá que emplear estimaciones.

La reforma de la financiación autonómica que tanto se reclama también tendrá que esperar. En la región se ha prometido la gratuidad de la primera matrícula universitaria si se modifica dicha financiación. Y la situación presupuestaria también llega a las cuentas de los Ayuntamientos, que también tendrán que tramitar sus propios presupuestos solo con estimaciones de las entregas a cuenta que llegan del Estado. Si no hay gobierno en septiembre, iremos a elecciones y no sería como poco hasta febrero cuando se volvería a una nueva investidura.