La superficie de cultivo de girasol se reduce un 26% en Córdoba desde 2017
La reducción de superficie respecto al año pasado es de un 3,5%
Córdoba
El final de la campaña de girasol ha traído consigo datos negativos para los agricultores cordobeses. La provincia ha experimentado una considerable reducción de la superficie cultivada, que se ha acotado un 3,5% respecto al año pasado y un 26% respecto a 2017.
El principal motivo es la baja cotización del producto. Ignacio Fernández de Mesa, presidente de la Asociación Agraria de Jóvenes Agricultores (ASAJA), ha advertido que esta escasa rentabilidad "pone en riesgo la continuidad del cultivo por el bajo valor de los ingresos derivados de la venta de la cosecha".
En este sentido, Antonio Monclova, técnico de ASAJA, relaciona las adversidades meteorológicas con el rendimiento, pero culpa a los bajos precios de la rentabilidad de este cultivo. Y denuncia la "importante pérdida económica que atraviesan los productores". Añade que "están buscando alternativas porque, al no pagarse los costes de producción, se le está dando la espalda al girasol dentro de los cultivos de secano".
La superficie cultivada en 2017 ascendía, según los datos de ASAJA, a 37.102 hectáreas, mientras que actualmente es de 27.448 hectáreas. Esto sitúa Córdoba como la tercera provincia andaluza con mayor superficie, a pesar de la reducción vivida en los últimos años. La anteceden Sevilla, con 103.776 hectáreas; y Cádiz con 55.049 hectáreas sembradas.
El rendimiento medio de la provincia de Córdoba está en torno a los 950 Kg por hectárea. Es un 20% menos que en la campaña anterior.
La rentabilidad de este cultivo, depende del tipo de girasol: por un lado el alto oleico y, por otro, el linoleico 9-2-44. Existe una diferencia de 120€ por tonelada entre ambas clases. El alto oleico cotiza a 320€/tonelada y el linoleico, que es más graso, a 440€/tonelada.