Mata Hari en Madrid

Madrid

Decir el nombre de Margaretha Geertruida Zelle, a pocos les dirá lago. Sin embargo, si decimos Mata Hari, entonces abres los ojos y sí, ese nombre si nos suena. Realmente Mata Hari, Ojo del día en malayo, se hizo pasar por una princesa de Java. Realmente había nacido en los Países Bajos en 1876. Bailarina oriental, exótica y de moral poco hecha para los constreñidas exigencias de su época, recorrió teatros de Europa teniendo una vida realmente poco afortunada. Los apuros económicos la hacían trabajar en cosas que no eran de su agrado, más cuando su mayor anhelo era la vida fácil y regalada.

La Gran Guerra

Con la llegada de la I Guerra Mundial, todo empeoró. Se puso al servicio de los alemanes (prusianos) para hacer lo que más le gustaba, al menos eso decían las malas lenguas, esto es, acostarse con altos mandos militares franceses para conseguir información que luego vendía a buen precio a los alemanes. Realmente poco sabemos de su vida en este sentido. Hasta nosotros ha llegado muy poca información y en gran parte tergiversada.

Sabemos que entre 1916 y 1917 llegó a Madrid. Aquí estuvo unos meses. Incluso sabemos que actuó en el antiguo frontón del Gran Kursaal, en la Pza. del Carmen, luego Cine Madrid y que tras su cierre hace unos años hoy es una gran superficie de electrodomésticos (Mediamarkt). Al parecer el frontón era usado para espectáculos más frívolos y ligeros en los que esta bailarina oriental debió de hacer las delicias de los presentes con sus falsos destapes. Realmente no hay constancia de que se quedara desnuda, sino que usaba una malla de color carne cubierta de joyería que daba la impresión. Eso nunca lo sabremos. El caso es que a los pocos meses de estar en Madrid marchó hacia Francia persiguiendo un amor, lo que supuso su detención y juicio por alta traición. Fue fusilada a las afueras de París en 1917.