La Fiscalía modifica su criterio y acusa de asesinato al exmarido de Lucía Garrido

Málaga

Finalmente la Fiscalía ha decidido acusar a Manuel Alonso del asesinato de Lucía Garrido, su expareja, cuyo cadáver sin vida fue hallado en la piscina de la vivienda familiar en la Finca Los Naranjos de Alhaurín de la Torre en abril de 2008.

El Ministerio Público amplía de esta forma su acusación. Ya había sentado en el banquillo al presunto autor material del crimen y al supuesto cerebro de la operación, un guardia civil.

En sus conclusiones finales incluye ahora a Manuel Alonso. Los tres acusados por asesinato. El exmarido de Lucía en calidad de cooperador necesario y agravante de parentesco, le pide 25 años de cárcel. Por el mismo delito la solicitud de pena es de 23 años y seis meses de cárcel.

Siempre fue el principal sospechoso, ha dicho la Fiscalía. Manuel Alonso era la persona que más interés tenía en que Lucía Garrido desapareciera. Era una testigo de sus negocios irregulares con la Guardia Civil y se había quedado con el uso de la vivienda en la Finca familiar tras la separación de la pareja en 2007. Una finca que era el centro de operaciones de esos negocios irregulares, ha señalado la acusación pública. Alonso, continúa el ministerio público, tuvo un papel fundamental para el asesinato: proporcionó información, un duplicado de las llaves de entrada a la parcela y retiró los perros que custodiaban la finca y protegían a Lucía Garrido y su hija.

Los acusados, ha dicho el fiscal, compartían un móvil vil y despreciable que los llevó a planificar y ejecutar el asesinato de Lucía Garrido.

En su informe la Fiscalía ha defendido ante el jurado la validez de todas las pruebas presentadas contra los acusados y puestas en cuestión por las defensas. El ADN que señaló al autor material, las relaciones de este con el guardia civil que ordenó la muerte de Lucía y las del agente con Manuel Alonso. La credibilidad de la declaración del testigo protegido y la actuación de los agentes de Asuntos Internos de la Guardia Civil que investigaron este asunto. Nada de caza de brujas ni cabezas de turco, ha venido a señalar la Fiscalía para rebatir los argumentos de las defensas.

Un caso raro, lleno de teatro, ha dicho el Fiscal. Un asunto en el que, pese a estar muerta, Lucía Garrido también ha hablado por boca de quienes fueron sus amigas y familiares.

Por su parte las acusaciones que representan a la familia de Lucía han modificado sus conclusiones finales para retirar las imputaciones de malos tratos y allanamiento de morada a los procesados mientras que mantienen los cargos por asesinato para cada uno de ellos.

Las defensas mantienen que sus patrocinados deben ser absueltos.

El juicio continua con los informes de las partes, después llegará el momento de elaborar el objeto del veredicto, es decir, el cuestionario que se entrega al jurado y cuya respuesta indicará si son culpables o inocentes del asesinato de Lucía Garrido.