El Puerto de València aprueba iniciar la ampliación norte con la oposición de Joan Ribó

Valencia

El alcalde de València, Joan Ribó, ha votado en contra -como estaba previsto- del inicio de los trámites para la concesión de construcción y explotación de la nueva terminal de contenedores del puerto. Ribó insiste en que no se oponen al proyecto y que solo quieren una nueva declaración de impacto ambiental que aclare los efectos sobre la ciudad y sus playas.

El Alcalde asegura que no es un enfrentamiento con la autoridad portuaria. Ribó incide en que el puerto y la ciudad mantienen buena relación, pero sí apostilla que es necesario parar y repensar el proyecto para que no pase como con la ZAL.

Aurelio Martínez, el presidente de la Autoridad Portuaria de València, asegura que no es necesaria esa declaración de impacto ambiental porque el nuevo proyecto no supone más afección al medio que el de 2007 y utilizará menos recursos naturales. Aurelio Martínez ha recalcado que todos, menos el alcalde, han votado a favor de la propuesta, aunque ha querido huir de la confrontación y habla de "discrepancias".

A pesar de estas buenas palabras, ha insinuado que el alcalde no está bien informado porque, tanto los técnicos como la ley que regula el impacto ambiental, no exigen una nueva declaración.

Así será la nueva terminal

Una vez esté construida, la nueva terminal del puerto de València será gestionada por la empresa TIL (Terminal International Limited), filial de MSC, durante cincuenta años y contempla una inversión hasta 2026 de más de 1.000 millones de euros. La primera fase se inaugurará a principios de 2025, aunque no se terminará hasta un año después, cuando cuente con 136 hectáreas de superficie con una capacidad para casi cinco millones de contenedores al año.

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Según los cálculos de la Autoridad Portuaria de València, la nueva terminal creará 3.000 puestos de trabajo y permitirá la construcción de una terminal ferroviaria de seis vías. Unas características que, según Aurelio Martínez, justifican la rapidez por aprobar esta selección. Y es que, asegura, el resto de puertos españoles están muy interesados en el proyecto y, de retrasarse, hay peligro de que no salga adelante.

Aurelio Martínez entiende que más allá del proceso legal puede existir una “sensibilidad ambiental” y, por tanto, darán “apoyo total” al Alcalde en cualquier iniciativa que ayude a reducir la contaminación porque, insisten desde el puerto, la ampliación "no se hará a cualquier precio".

Vecinos y ecologistas, también en contra

La 'Comissió Ciutat-port', un colectivo que integra a asociaciones vecinales y ecologistas, advierte de que la construcción de la nueva terminal en la ampliación norte del Puerto podría suponer un delito medioambiental y de prevaricación por parte de la Autoridad Portuaria de València. La Comissió Ciutat-port cree que si el puerto sigue adelante con el proyecto sabiendo que es ilegal, porque no cuenta con declaración de impacto ambiental, podría estar incurriendo en delito.

Alertan de que lo aprobado este viernes supone un paso "decisivo" en la construcción de la nueva terminal, que podría ser anulada si se confirman estas irregularidades. Y recuerdan que no es la primera vez que paralizan un proyecto del puerto con la amenaza de los tribunales. Los portavoces, Julio Moltó y Josep Gavaldà, explican que ya ocurrió con la central de cogeneración eléctrica junto a Moyresa, que se descartó debido a la presión vecinal.