¿Hay que repensar el urbanismo en la Región después de las riadas?
Expertos medioambientales y organizaciones ecologistas hablan de "desandar lo andado", mientras que el Gobierno regional califica de excepcional el episodio de gota fría y defiende que desde hace décadas se prohíbe urbanizar en cauces inundables

satélite Sentinel

Murcia
No sólo hay que repensar el urbanismo después de la gota fría, sino que hay que desandar lo andado. Así lo defiende Julia Martínez, responsable de aguas de Ecologistas en acción, quien sostiene que ese urbanismo ha incrementado el daño que han causado las inundaciones.
Esta experta se refiere a la no aplicación del plan de riesgo de inundaciones de la Cuenca del Segura aprobado desde 2016; habla de adaptar los planes de ordenación urbana de los ayuntamientos a la cartografía oficial de zonas inundables, e incluso, de priorizar en las zonas de riesgo elevado el traslado de determinados usos, como guarderías, residencias de mayores, campings o viviendas de población vulnerable socioeconómicamente.
Y es que Martínez habla de decenas de ejemplos en la Región de malas prácticas que elevan el riesgo, como por ejemplo, en el Mar Menor, con una alta ocupación de zonas inundables y con la construcción de infraestructuras que han alterado la red de drenajes, que conducen el agua a zonas hasta hace poco libres de inundaciones.
A eso se suma un aumento del regadío intensivo sin ocuparse de la conservación del suelo, y un estrechamiento de los cauces de ramblas.
Desde ANSE, Pedro García achaca a la ocupación urbanística, especialmente en el campo de Cartagena, como causa que ha abonado el desastre, y todo con la connivencia de las administraciones, que han mirado a otro lado, o incluso han favorecido que los efectos negativos hayan sido mayores.
De ser taxativo en el cumplimiento de la Ley de aguas, de costas, del dominio público y el uso del suelo habla el catedrático lorquino, Jorge Olcina, y presidente de la Asociación de geógrafos españoles, quien advierte que si hay algo que nos debe enseñar este episodio de gota fría es el respeto al territorio y la intervención humana sobre él, en un espacio de riesgo como es el sureste español.
Y para eso hay que dimensionar en la cuenca mediterránea qué tipo de obras se han de hacer: tanto el cauce del río Segura, que se ha demostrado poco eficaz, y en las ciudades, con la construcción de colectores e gran capacidad para agua fluvial, o parques inundables, como ya se aplica en otras ciudades europeas.
Desde la CHS, su presidente Mario Urrea, también cree que hay que replantearse hacer obras de ingeniería y una normativa más dura después de este episodio, porque ha quedado demostrado lo vulnerables que somos.
También, en el caso concreto del Mar Menor, habría que retomar el encauzamiento de la rambla del Albujón o reordenar la agricultura en el Campo de Cartagena.
Por su parte, desde la consejería de Fomento del Gobierno regional achaca al carácter excepcional de esta DANA su afectación en la Región, y considera peligroso el mensaje que se está trasladando de un urbanismo descuidado y salvaje en la Región, pues no es cierto, y recuerda que desde hace décadas se prohíbe construir en cauces, y se requiere de un informe favorable de la CHS.
Para aportar soluciones que eviten que episodios de este tipo se puedan repetir, el Gobierno regional ha anunciado la convocatoria de un Panel de expertos, que con un perfil técnico y despolitizado, analicen "a pecho descubierto" sobre causas y posibles soluciones de cara a inundaciones. José Ramón Díez de Revenga no quiere aventurar resultados.

Ruth García Belmonte
Licenciada en Ciencias de la Comunicación por la UCAM, es la directora de Contenidos de la SER en la...




