Castells y Costa, dos diputados de fuste
Será casualidad, como que sus apellidos empiecen por la letra ce o que ninguno de ellos sea mallorquín

"La línea roja" de Matías Vallés (04/10/19)
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Palma
Son tan escasas las oportunidades de hablar bien de un político, que no hay que despreciar ninguna.
La pasada legislatura quemó a algunas de las voces más combativas que se han escuchado en el Parlament. Cayeron Laura Camargo, David Abril, Nel Martí o incluso Marga Prohens, a quienes ni sus enemigos más encarnizados podían negar la entrega a su labor.
Las perspectivas eran negras para la segunda legislatura del Govern de Progreso iniciada este año, pero por fortuna han aparecido dos parlamentarios de fuste.
Uno de ellos es Josep Castells, diputado de Més per Menorca que une a sus intervenciones inteligentes unas dosis de ironía reconcentrada en su magistral pregunta a Armengol sobre “si ha tenido ocasión de explicarle a Sánchez cómo se hace un Govern de coalición”.
El segundo es Antoni Costa, portavoz del PP en la primera decisión inteligente de Biel Company. Costa se desembaraza de su anterior condición de director general de Presupuestos con Bauzá para acercar la economía a los profanos.
Castells es un barcelonés afincado en Menorca, y Costa es ibicenco.
Será casualidad, como que sus apellidos empiecen por la letra ce o que ninguno de ellos sea mallorquín. O que ninguno figure tampoco en los partidos de gobierno porque Més per Menorca va por libre.




