Condenado a 19 años de cárcel por abusos sexuales el monitor de un colegio de Palma
El tiempo efectivo de cumplimiento será de 15 años de prisión y quedará inhabilitado para oficios relacionados con niños
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EUROPA PRESS - Archivo EUROPA PRESS
Palma
La sección primera de la Audiencia Provincial de Palma ha condenado a una pena de 19 años de prisión al monitor del colegio San Agustín de Palma por abusos sexuales a cinco menores. El tiempo de cumplimiento efectivo de la pena será de 15 años de cárcel.
El exmonitor del colegio, defendido por el letrado Eduardo Luna, ha sido condenado por un delito continuado de abuso sexual a menor de 16 años, de elaboración de pornografía infantil, dos delitos de corrupción de menores, dos de abusos sexuales a menores de 16 años y un delito de posesión de pornografía infantil.
El dictamen también recoge medidas de alejamiento las víctimas, la inhabilitación para cualquier oficio o profesión que implique un contacto regular con niños y una medida de libertad vigilada cuando cumpla la pena de prisión. Además, contempla indemnizaciones que suman más de 11.000 euros para las víctimas.
La sentencia considera probados los abusos porque el acusado admitió parcialmente los hechos, aunque los minimizó. Los investigadores hallaron 83 archivos en diversos formatos de fotografía y vídeo con contenido de carácter pedófilo en los que aparecían los menores abusados. En diversas fechas se aprovechó de los menores alegando que necesitaba tomarles medidas para el vestuario del vídeo de aniversario del colegio. Grabó los abusos en vídeo para después almacenarlos en discos duros y compartirlos en la red. La mayor parte de episodios tuvieron lugar en las instalaciones del centro y el acusado ordenó a los menores que no contaran nada, incluso llegando a amenazarles.
Los jueces dan verosimilitud a las declaraciones de los menores porque se sostienen entre sí y todos los actos responden a los mismos patrones, excusas y ocasiones. Todos ellos han sido persistentes guardando un recuerdo nítido de lo ocurrido, dicen los jueces. Además, consideran que la credibilidad de su relato deriva de la ausencia total de un móvil espúreo contra el exmonitor, ya que todos los niños le describieron como una persona de confianza, como un colega.
