Los trabajadores más sobrecualificados
El instituto Orkestra señala la sobrecualificación como el principal desajuste del mercado laboral vasco
Los trabajadores vascos tienen un nivel de formación superior al puesto que desempeñan. Y esa sobrecualificación es un problema porque rompe el equilibrio entre oferta y demanda, además de provocar "costes para las personas por frustración, para las empresas porque genera alta rotación, y para el sistema por gastar recursos", ha detallado la directora de Orkestra, Maria José Aranguren.
Los investigadores del Instituto vasco de Competitividad de la Fundación Deusto han precisado que para corregirla "no proponemos establecer numeros clausus en el acceso a los estudios superiores, para nada. La cualificación es buena. Se trata de complementar la política educativa y la industrial".
La situación puede agravarse si se cumplen las predicciones del empleo, que apuntan a que en el País Vasco las ocupaciones de nivel intermedio tendrán un notable crecimiento entre 2018 y 2030, pasando del 46,7 % al 51,7 %, mientras que las de cualificación superior se reducirán del 33,9% al 32,2%.
En esta situación de sobrecualificación, el informe apuesta por atraer talento externo que se ciña a perfiles no existentes. Ya hay iniciativas como Ikerbasque o Bizkaitalent que atraen a científicos a Euskadi, pero el informe alerta de que se necesita atraer talento exterior, en todos los ámbitos: "hay muy pocos extranjeros en las direcciones de las empresas vascas", han alertado, mientras también sería conveniente atraer alumnos foráneos a la FP.
Los autores del estudio han respondido a la habitual queja de las empresas -que sucede en todos los países-, de que hay vacantes sin cubrir, pero "no hay evidencias de ello", ha dicho el catedrático Mikel Navarro. De hecho, ha recordado que hay "muchos ingenieros que se van a Alemania porque los salarios son mejores". "Hay que ofrecer a los jóvenes salarios, pero también proyectos profesionales atractivos". En este sentido, el informe recomienda mejorar las carreras profesionales, es decir, la oportunidad de progresar dentro de la empresa.
El estudio también ha analizado el impacto de las tecnologías en la destrucción de empleo, calculando que en Euskadi una quinta parte de los empleos existentes puede verse afectado por la automatización.
En esa visión de futuro, por un lado, se generarán nuevas oportunidades de empleo más sofisticado, pero por otro hay un foco de preocupación en la calidad del trabajo, ya que aumentarán el trabajo autónomo, temporal y a tiempo parcial no deseados, y las desigualdades entre trabajadores.
Entre estas medidas, han propuesto que los programas públicos de apoyo tengan en cuenta los tipos de contratos que ofrece la empresa, y también revisar la bonificación fiscal por formación existente en la actualidad, ya que impulsa el desarrollo de acciones formativas no estratégicas entre las empresas vascas.