Una noche de primera

Palma

David contra Goliat, la tortuga contra la liebre, el último de la clase contra el listo, el feo y el guapo, Como lo quieran llamar. El Mallorca derrotó al Real Madrid y se convirtió en el abanderado de todas esas fábulas y cuentos que sirven para decirle a una persona que todo es posible en la vida y que no hay que darse por rendido.

Y vaya que si lo sabe el equipo de Vicente Moreno que derrotó a un Madrid sin atino ni corazón, y eso que el objetivo de este año era la liga...

El Mallorca cambió el rumbo de su estancia en esta fiesta, la de Primera. Se consagró delante de su afición en una noche envidiable a la que le puso lo que le faltaba: La hazaña, el mito, la historia. Valió y valdrá de por vida el gol de Lago Junior que firma un 1-0 histórico siete años después de la última visita del equipo blanco a la isla.

El equipo de Moreno saió con cuatro marchas más y a los 7 minutos a Lago Junior le llovió un balón en una salida del Mallorca y el extremo de Costa de Marfil se encaró a todo el que se salió por delante en un perfilación hacia portería. Se metió hacia el piquito del área para ponerla lejos del alcance de Courtois. 1-0 en menos de diez minutos y la gente se pellizaba en Son Moix. En el minuto 14 se le anuló un gol a Budimir por fuera de juego tras un buen balón filtrado de Febas. No subió al marcador, pero sí a la incertidumbre de Cuortois.

El único arreón por parte del Madrid venía de las botas de Vinicius. Todas las luces que tiene cuando coge el balón, se convierten en sombras cuando se acerca a portería. Lo mejor del Madrid iba a llegar en el minuto 27 cuando Benzema enviaba al larguero tras un toque sutíl un envío de James.

Así se llegó al descanso con el 1-0 a la hora del bocata y un Mallorca pletórico que sorteaba a un Real Madrid plagado de bajas y de dudas.

En la segunda parte el Madrid salió con algo más de seriedad pero sin materializar la posesión en  acciones peligrosas. En el segundo acto, Vicente movía el banquillo nada más salir de la caseta para prevenir a Sastre que tenía amarilla y sacaba a Lumor en el lateral. Un carrusel de cambios de ambos equipos en la segunda mitad, salía Fede Valverde en el Madrid y la ovación de la noche era para el estimado Kubo que contó con más de media hora sobre el césped.

Si al Madrid le faltaba alguna pulga, Odriozola se encargó de  sacarla, en el 75 se ganó la expulsión tras una entrada a destiempo a Lago Junior que dejó al equipo de Zidane con 10. El partido agonizaba y la gente no se creía que casi 14 años después pudiera estar celebrando un triunfo sobre el Madrid.

Hay licencia para soñar, para creer y para disputar esta difícil categoría, de momento el equipo sale de los puestos de descenso en una cita crucial que ha hecho que los 3 puntos no se muevan de la isla.