La oficina de turismo del puerto (¡qué parto!)

Alicante

No termino de entender que, en la actualidad, una empresa que se adjudica una obra pública tras ganar un concurso no concluya ese trabajo aduciendo sobrecostes del 25 %.

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Y fíjense que uno tiene un pasado y durante muchos años me dediqué a la crónica municipal. Durante la época de Alperi, para más datos. Entonces, cada semana, a la Junta de Gobierno se llevaban expedientes para pagar la infinidad de sobrecostes que en aquella época reclamaban todas las compañías que abrían una zanja en nuestro críptico subsuelo. Todo eran sorpresas inesperadas que se traducían en incrementos de la factura que pagaba el gobierno municipal sin rechistar. Eran otros tiempos, de bajas temerarias y otras cuestiones -ya me entienden-.

Ahora, como ejemplo de todo lo contrario, la EUIPO -la Oficina Europea de la Propiedad Intelectual- es rigurosísima en plazos y costes. Y ya han hecho dos ampliaciones.

Lo cierto es que estamos ante un nuevo contratiempo en el proceloso nacimiento de la nueva oficina de turismo del puerto. Que cuando lo haga, ya veremos cuando, se convertirá en un regalo no querido. En fin, ¡qué parto!