El jefe instructor: "Es imposible que nadie mate a María del Carmen sin su participación (de López)"

Alicante

En la novena sesión del juicio por el caso Sala, el policía instructor de la investigación, que ha estado declarando toda la mañana del viernes, ha asegurado que "es imposible explicar el crimen -de María del Carmen Martínez- sin la participación de Miguel López", el acusado. Ha insistido en que todos los indicios apuntan a la autoría de López, y ha descartado la actuación de un hipotético sicario o el móvil del robo.

Pero ante la defensa, ha reconocido que ni en los registros en el concesionario o en la casa de López, llegaron a obtener ninguna prueba que lo incriminase.

El jefe del grupo de Homicidios de la Policía Nacional , también licenciado en Derecho, ha relatado que la línea de investigación arrancó con el robo como móvil del crimen, llevados por las explicaciones de López, que insistió en que "ese coche ya estaba maldito", pues había sido objeto de un robo años antes. Pero enseguida se desveló, sobre todo "con las contradicciones" del propio López y "los silencios" de las hijas de la víctima en la reconstrucción de los hechos, que las relaciones familiares, lejos de ser buenas "estaban podridas", ha dicho.

Los indicios también descartaron que el crimen pudiera haber sido cometido por un sicario, pero quedó claro que se trataba de "una ejecución" y que detrás "había un odio o un interés", ha señalado.

Entre esas "contradicciones y silencios" que ha enumerado está el que López fuera el último que vio a la víctima, quien le entregó las llaves del coche a su suegra aunque no acostumbraba a hacerlo con nadie y quien lo había estacionado en un punto oscuro y pegado a la pared, el único sin cámaras de vigilancia.

También que "apagó o puso en modo avión" su teléfono móvil entre las 17.48 y las 18.48 horas, coincidiendo con el crimen. Además, "nunca" él ni su esposa, Fanny, preguntaron a la Policía en los meses posteriores por el avance de las pesquisas. De hecho, solo lo hicieron el otro hijo, Vicente y Antonia, la hermana de Mari Carmen.

Además, López acudió a la reconstrucción del crimen (antes de ser detenido) con un abogado, algo que nunca ha visto en su trayectoria profesional. "No pudo ser otra persona", ha recalcado el inspector.

Gran parte de la declaración la ha ocupado la lectura por parte del abogado de la acusación de los distintos whatsapps que se enviaron López y su esposa en las semanas previas al crimen, y los días de las juntas o del Consejo en que Vicente Sala, el hijo, fue destituido como consejero. La intención: demostrar que López no solo estaba al corriente de cada detalle de esas reuniones y las grababan, sino que además daba instrucciones a su esposa y a sus hermanas para actuar.

Por su parte, la defensa ha insistido en su tesis de que nada incrimina a López. Si para este jefe de Homicidios "no tenía sentido" el robo del coche dentro del concesionario "pegando dos tiros en la sién" a su propietaria, tampoco lo tiene que si fue López el autor del crimen, lo cometiera allí precisamente. Además, el instructor ha admitido que no obtuvieron ningún dato valioso de los registros ni en Novocar ni el casa de Miguel López ni se se ha acreditado que López comprase otra arma, aparte de las que disponía con licencia. Tampoco se hallaron huellas suyas en el coche, algo inverosímil, sostiene la acusación, si fue el quien lo colocó en el lavadero de forma estratégica.

En esta sesión, además de este investigador y otros policías nacionales llamados a declarar por la tarde, también ha testificado el responsable de la división internacional de Samar, que ha negado amenazas en sus 17 años al frente. Su negocio "de plásticos", ha recalcado, "no era conflictivo". Y ha descrito a María del Carmen como una persona "muy dinámica y alegre".