Cinco interferencias

Jerez de la Frontera

De todo lo que acontece en estos días, preparados para unas nuevas elecciones, hay tanto ruido que no me llegan bien los mensajes.

Estas son a mi parecer las 5 interferencias que me molestan, con la brevedad que requiere esta columna:

La primera y más grande sin duda Cataluña, que todo lo ocupa, lo ensombrece y lo distorsiona. No quiero votar desde Jerez pensando en los problemas de los catalanes y no es falta de solidaridad ni de empatía; pero hasta a ellos les vendría bien no ser tan protagonistas.

La segunda es la apropiación por parte de unos pocos de lo que es de todos: una bandera, un himno, una memoria; usarlos al servicio de unos contra otros. Pensar que nada pasó, que reconocer lo que sufrimos y la cantidad de heridas que quedan por cerrar nos hará daño como sociedad, en lugar de pensar que sólo hasta que todos Descansen en Paz en tumbas dignas, nos sentiremos verdaderamente reconfortados como pueblo.

La tercera el miedo que nos ronda ante las nuevas perspectivas económicas, ¡que viene de nuevo la crisis! cuando aún estamos padeciendo las consecuencias de lo anterior.

La cuarta el desmantelamiento progresivo de la perspectiva de género en la política; como si al no reconocer el machismo, éste estuviera superado. Cuando los datos de este año son aterradores, ¿cómo podemos silenciar la lucha por la igualdad como si fuera un tema caduco?

La quinta es esa insidiosa tarea de involución ideológica que nos está trayendo este gobierno de derechas en Andalucía y que amenaza con extenderse a toda España; porque las grandes cifras de la economía no parecen tener ideología, pero en lo cotidiano la desmotivación en la lucha por los derechos ciudadanos se está instalando y cuando nos queramos dar cuenta será tarde.

Despejemos las interferencias y veamos qué hay detrás de tanto ruido