Más malas noticias para Ford Almussafes: el lanzamiento del Kuga no compensa la caída de producción

Valencia

Los trabajadores de Ford en Almussafes auguraban un futuro incierto, aunque el anuncio de la compañía de trasladar a Estados Unidos a partir de 2022 la producción de los motores Ecoboost que se fabrican en la factoría valenciana ha caído como una auténtica losa. Los sindicatos recuerdan que se trata del 90 por ciento de la carga de trabajo de la planta de motores, de la que dependen casi un millar de empleos. Así las cosas, en tres o cuatro años, Ford tendrá que haberse adapatado a los caprichos de Trump, pero también a los cambios en la industria del automóvil. Conjugar eso con el mantenimiento del empleo es el reto del comité de empresa, que afronta a corto plazo también la negociación de nuevos expedientes de regulación temporal de empleo por las necesidades de producción y los vaivenes de la demanda.

Esos cambios a corto plazo se deben al lanzamiento del nuevo Kuga: las primeras unidades del nuevo modelo saldrán de Almussafes en este mes de noviembre, y durante dos meses convivirá su producción con la del antiguo. El presidente del comité de empresa, Carlos Faubel apunta que parte del empleo en la planta se destina precisamente a esas labores de lanzamiento, y ahora habrá que ver qué pasa con estos trabajadores.

El lanzamiento del nuevo Kuga no logrará compensar la caída en la producción. Ford cerrará 2019 con 360.000 vehículos, casi 50.000 menos que en 2017, que fue un año record. El Brexit también afecta a la compañía, que tiene en Reino Unido uno de sus principales mercados, aunque el reciente acuerdo para una salida pactada en enero, mejora las perspectivas.

Eso es el corto plazo, pero en el medio-largo es cuando se vislumbran transformaciones más profundas. La industria del automóvil cambia, se ajustará la producción y habrá que adaptarse al nuevo modelo. El reto, conseguir que la afección sobre el empleo sea la mínima.