Luigi's Mansion 3, porque ser miedoso también es divertido

Fuenlabrada

Mezclar miedo y humor es una receta que no siempre da buenos frutos, aunque hay grandes excepciones como la misma celebración de Halloween o la eterna saga Scary Movie. Nintendo comenzó a apostar por esta fórmula en 2001 para su consola Gamecube, cuando apareció el primer Luigi’s Mansion, con referencias a las mansiones fantasma que ya habían aparecido en títulos como el inolvidable Super Mario World. Ahora Ninendo Switch recibe una tercera parte brillante, en la que el miedoso hermano de Mario nos va a arrancar muchas sonrisas con sus expresivas reacciones a pequeños (y simpáticos) sustos.

Luigi’s Mansion 3 nos propone rescatar a personajes como Mario, la princesa Peach o Toad, que han desaparecido tras aceptar pasar la noche en lo que parecía un lujoso hotel. Sin embargo el Hotel Gritz tiene otra cara más oscura, en la que los fantasmas campan a sus anchas por las diversas plantas. Luigi tendrá que sobreponerse a su natural cobardía para abrir puertas o mirar detrás de las cortinas en una aventura con toques de plataformas y, sobre todo, muchos puzzles.

Con el hermano de Mario debemos recorrer cada una de las plantas del hotel, todas ambientadas de forma diferente. Hay pisos con tintes egipcios, otro que es una discoteca y hasta un restaurante pirata. Armados con nuestra linterna debemos buscar bien por todos los rincones y tratar de interactuar con todos los objetos que podamos, desde cajones a armarios o puertas, en lo que supone una de las características principales del juego. Y claro, el pobre Luigi se va a llevar unos cuantos sobresaltos. Por suerte cuenta con su fiel ‘succionaentes’, que ahora ha sido mejorado para luchar contra los espectros de muchas formas: podemos paralizar con luz a los fantasmas, sacudirlos contra el suelo, propulsarnos para llegar a sitios altos y hasta lanzar un desatascador para después tirar de él y mover o destruir objetos que nos permitan avanzar y encontrar tesoros.

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Luigi cree que está solo en la oscuridad, pero pronto descubre que tiene un compañero que le va a servir de mucha ayuda. Es ‘Gomiluigi’ una versión viscosa de sí mismo que le permite acceder a zonas normalmente imposibles como las que están protegidas por barrotes, tras estrechas tuberías o entre peligrosos pinchos. Podemos controlar a este segundo personaje en cualquier momento para resolver puzzles, y también podemos jugar junto a un amigo controlando a ambos a la vez. Con su asistencia iremos subiendo pisos en el hotel y enfrentándonos a terribles (pero graciosos) jefes finales. Y si todo esto nos parece poco, podemos probar con el modo competitivo para entre 2 y 8 jugadores en una sola consola con desafíos de derrotar fantasmas, recoger monedas y destruir objetivos. Además, vía online, también podemos competir en la ‘Torre de desafíos multijugador’ con fases en plantas que cambian en cada partida.

A nivel audiovisual Luigi´s Mansion 3 tiene una gran factura. Partimos de su aspecto de película de animación, que siempre facilita las cosas, pero tanto la iluminación de la linterna como las expresiones faciales de Luigi tienen un nivel de detalle enorme. Los jefes finales son muy originales, todos en consonancia artística con el nivel que defienden, y esos enfrentamientos son memorables también a nivel visual.

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