Dimite el Consejo de Administración del Deportivo

A Coruña

El Deportivo sufrirá otro cambio de presidente en las próximas semanas. El Consejo de Administración encabezado por Paco Zas presenta su renuncia y convoca una Junta Extraordinaria para el próximo 13 de enero. Será ahí cuando los accionistas nombren un nuevo presidente, el tercero en menos de un año. El deseo del Consejo saliente es publicar la convocatoria "con la máxima urgencia posible" con el fin de que "el nuevo equipo disponga del mayor plazo para adoptar las decisiones deportivas que procedan antes del cierre del mercado de invierno".

Paco Zas dice así adiós a una etapa efímera al frente de la entidad. El exjugador llegó a la presidencia tras suceder a Tino Fernández en una Junta celebrada a finales de mayo. Su aterrizaje en la entidad coincidió con la lucha del equipo por entrar en el play off de ascenso. Sus primeros días al frente del club dejaron a un Dépor que volvió a la senda de los resultados positivos, clasificándose para la fase de ascenso y eliminando al Málaga en la primera eliminatoria. Todo se torció en Mallorca, con la derrota por 3-0 tras haber ganado en Riazor por 2-0. El golpe supuso un cambio de tendencia en el club. El Deportivo se vio obligado a reestructurar su plantilla y el resultado de la reconversión no ha podido ser más nefasto. El Deportivo es colista, a ocho puntos de la salvación, con una sola victoria en su casillero.

A la pésima salud deportiva de la entidad se une también el incendio a nivel social. El Consejo de Administración ha comprobado en el estadio de Riazor el rechazo a sus políticas. Desde los cánticos de sectores de la grada solicitando su dimisión hasta otras actitudes menos cívicas como las vividas en los últimos partidos como locales, donde los dirigentes han sufrido muchos problemas para poder abandonar las instalaciones al término de los encuentros. Incluso el presidente se ha visto en la obligación de contar con seguridad privada a su lado en el día a día. La nefasta temporada del equipo y la necesidad de buscar un revulsivo que salve a la entidad del desastre de un nuevo descenso, unida al desgaste personal que estaba provocando la actual situación en los consejeros, han desembocado en su decisión de apartarse y dejar espacio para que sea otro Consejo el que intente corregir el rumbo.