Melendi, cómo hemos cambiado

Fuenlabrada

Diez discos de estudio ha grabado Melendi, 20 años de carrera musical ha cumplido y 40 es la edad que pone en su biografía. Así que la progresión numérica 10:20:40 es la que titula su nuevo disco, que ha publicado recientemente y que incluye temas de bonita factura y gran ejecución como ‘Tan tonto como tú’. Su discografía y sus muchas apariciones televisivas lo han convertido en una de las señas del pop en español de este milenio. Eso y su enorme evolución desde que conocimos a un ‘rastas’ ovetense que supo conectar rápidamente con centenares de miles de personas.

‘Sin noticias de Holanda’ salía publicado en 2003 y nos presentaba una ristra de rimas fáciles pero callejeras, rumba sencillita pero identificable y una actitud de sinceridad que enseguida escaló en las listas de éxitos. ‘Mi rumbita pa’ tus pies’ no podía faltar en ninguna buena fiesta y sonó en todos los formatos. Eso le valió para que otro pegadizo y reconocible tema, ‘Con la luna llena’, llegase a poner banda sonora a La Vuelta a España.

La primera encrucijada de Melendi llegó en 2005 cuando publicó su segundo disco, ‘Que el cielo espere sentao’, y se examinó de la asignatura de mantener la gran burbuja que había conseguido. Y con su mismo estilo y una producción apenas mejor logró más temas inmortales como ‘Caminando por la vida’.

Poco a poco la rumbita amable y canalla de sus primeros años fue introduciendo guitarras saturadas y baterías potentes para darle algún giro rock a su música. Así lo plasmó en la tercera cosecha, ‘Mientres no cueste trabajo’, quizá el inicio de su transición hacia una música que ya empezaba a tomarse en serio a sí misma. ‘Calle la Pantomima’ fue un gran single que había que escuchar con atención.

A partir de esta época la producción de Melendi ya se advierte diferente, mejor montada y con mayor empaque. Cinco años desde su debut habían pasado en 2008 cuando publicó ‘Curiosa la cara de tu padre’, donde las canciones de amor amargo empiezan a tomar el protagonismo de sus composiciones. Aunque con menos ventas (tendencia general en la industria musical desde entonces), la cima de la clasificación siguió siendo el hábitat natural para sus discos gracias a temas como ‘Un violinista en tu tejado’.

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La carrera de Melendi se había transformado seguramente para sobrevivir, porque la propuesta inicial había sido ya exprimida y agotada al máximo. Pero los cambios introducidos le permitían hacer discos más variados, por mucho que las fórmulas musicales seguían siendo las mismas. Dos de los singles que ejemplifican mejor ese pop-rock de gran estadio que era capaz de cantar eran ‘Barbie de extrarradio’, que publicó en 2010, y ‘Lágrimas desordenadas’, de 2012.

A todo esto, el cambio musical había estado acompañado, poco a poco y casi sin darnos cuenta, por un bestial trabajo vocal que había transformado la forma de cantar de Melendi para hacerla verdaderamente profesional y dar una gran expresividad a su instrumento de trabajo. Aunque al principio parecía un poco forzado, finalmente su voz se estableció para dar otro salto en su carrera que se materializó en un disco, ‘Un alumnos más’, que se presentó en 2014 con ‘Tocado y hundido’.

Pero lo mejor del asturiano es que cada vez que encuentra un cómodo lugar en el que apoltronarse, vuelve a explorar nuevos caminos. Por ejemplo los toques latinoamericanos que desde hace unos años ha introducido en su música y que le han convertido en un ídolo también allende el océano. En ‘Quítate las gafas’, que llegaba dos años más tarde, hacía todo un alarde narrativo en la preciosa ‘Desde que estamos juntos’.

En definitiva Melendi ha conseguido redirigir con éxito varias veces su carrera y, como decíamos antes, ha reforzado su posición gracias a su trabajo en la saga de concursos televisivos La Voz. Nos despedimos con su disco de 2018,‘Ahora’, que recuperó una línea más pausada e íntima en sus canciones y que se presentó con una fenomenal colaboración con otros dos maestros, Alejandro Sanz y Arkano, en ‘Déjala que baile’.